¿Por qué vemos peor desde que estamos en pandemia?
Los nuevos hábitos, como un mayor uso de las pantallas de dispositivos electrónicos, tiene mucha culpa.
24 diciembre, 2020 11:33La llegada del coronavirus a nuestras vidas ha tenido numerosas consecuencias a todos los niveles, especialmente para la salud, que se ha visto resentida incluso sin haber sido infectados. Esto se puede observar en los problemas de visión que se han multiplicado desde que apareció la pandemia.
Y es que no cabe duda de que en estos meses hemos empezado a ver peor, sin importar la edad de las personas, ya que afecta tanto a los mayores como a niños y adolescentes.
Todo comenzó con el confinamiento
Tal y como expuso hace unos meses la asociación Visión y Vida, la vista del 57% de la población empeoró durante el tiempo en que estuvimos confinados en nuestros hogares. Esa desafortunada realidad fue más acusada entre los jóvenes, ya que hasta un 77,4% tiene una peor visión.
Una vez que se pudo salir, las principales citas a los oculistas se debieron a la necesidad de cambiar de graduación, a la renovación de gafas o lentes de contacto y a problemas de presbicia.
Síntomas relacionados
Además de ese empeoramiento, casi la mitad de las personas tuvo dolor de cabeza, un cuarto sufrió enrojecimiento de ojos y más de un 20% aseguró tener visión borrosa o problemas al enfocar en distancias cortas.
El principal motivo de esa situación fue el aumento considerable que pasamos delante de las pantallas. No en vano, casi un 80% de los adultos reconocía que había duplicado el tiempo que había pasado frente a ellas. No obstante, lo que realmente resultó alarmante fue que la mitad de los niños estuvo entre cuatro y ocho horas diarias delante de una pantalla de cualquiera de los dispositivos móviles, y que un 22% incluso superó ese tiempo. Así pues, no son de extrañar esos datos tan contundentes.
La situación no mejora
Unos meses después de que se acabara el confinamiento, pero con el Covid-19 aún campando a sus anchas, la situación no ha mejorado.
Así se desprende de un estudio sobre “La salud ocular en tiempos de pandemia” que ha realizado el grupo Miranza, dedicado a la medicina oftalmológica, en el que se pone de manifiesto que hasta un 55% de oftalmólogos asegure que haya más pacientes en estado grave que un año atrás.
Dos razones poderosas
El principal factor que provoca esa cifra es que se han retrasado los controles oftalmológicos en pacientes críticos, con enfermedades crónicas o degenerativas, como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) o glaucoma.
La segunda razón de ese retraso es que numerosos pacientes han decidido posponer su consulta oftalmológica por miedo a contagiarse o por las restricciones que han dictado las autoridades, las cuales en ocasiones les han impedido trasladarse.
Más dolencias oculares
En ese mismo estudio se explica que más de la mitad de los profesionales han observado un aumento en dolencias como el ojo seco o la citada DMAE, la cual es la principal causa de ceguera para las personas mayores de 65 años.
Asimismo, también se ha disparado la miopía tanto en niños como en jóvenes. Las causas de todo ello las sitúan en los nuevos hábitos que ha traído la pandemia --más uso de los dispositivos móviles, menos salidas a espacios abiertos…--, a la falta de revisiones e incluso al estrés al que están expuestas las personas en la situación actual, provocado sobre todo por la incertidumbre a todos los niveles.
Las pantallas siguen siendo el enemigo
Tal y como sucedió durante el confinamiento, se siguen consumiendo más horas en el hogar y eso supone estar mirando los dispositivos electrónicos (smartphones, tabletas, televisores, ordenadores de sobremesa, portátiles…).
Esta sobreexposición es la causante de enfermedades oculares tales como la fatiga ocular (la más habitual de todas), la astenopia acomodativa o de convergencia (fatiga ocular que se asocia a síntomas comunes como el dolor de cabeza y el malestar general) y la miopía.
Los más jóvenes
Al contrario de lo que pueda parecer, son los niños y los adolescentes los que se hallan en una situación de mayor riesgo, aunque los oftalmólogos no se atrevan a asegurar que el excesivo uso de las pantallas provoca que tengan un mayor número de patologías oculares.
Lo que sí parece claro es que cuidan poco la salud ocular, aunque no es algo que solo competa a los más jóvenes de la casa, sino que se trata de una tendencia generalizada. Los profesionales así lo creen, puesto que hasta un 65% está convencido de ello.