Una de las actividades más demandadas en los últimos años han sido, sin lugar a dudas, las escape room, es decir, esas salas de las que había que lograr salir mediante la resolución de acertijos y enigmas.
Sin embargo, con la llegada del coronavirus y las nuevas medidas de seguridad que había que tomar, la afluencia se vino abajo de tal manera que muchos establecimientos se encuentran en peligro de desaparecer.
Golpe en pleno auge
Hay que tener en cuenta que se trataba de un sector que se encontraba en constante crecimiento, gracias en buena medida al interés que suscitaba entre la gente. Por regla general, la mayoría de los participantes tenían una buena experiencia junto a su grupo de amigos y conocidos. De hecho, era tal la demanda que muchas de las escape rooms se mejoraron de tal modo que las inversiones llevadas a cabo fueron muy elevadas. Era un negocio seguro.
Las cifras no mienten. Según la AEJEVER (Asociación Española de Juegos en Vivo Escape Room), las casi 1.000 empresas que había en España en el año 2019 atesoraban un volumen de negocio que superaba los 173 millones de euros. Además, el número de negocios dedicados se había triplicado desde el año 2016.
Primero el confinamiento
El primer mazazo, como le ocurrió a tantos otros sectores, llegó con el confinamiento, ya que nadie podía acudir a jugar -de hecho, las actividades de ocio estuvieron totalmente paradas-. El problema fue que con la desescalada y las nuevas medidas, el negocio no se ha recuperado.
Es más, no se ha acercado mínimamente a las cifras que presentaba antes de la llegada del Covid. Los afectados apuntan que el volumen de reservas ha descendido de una ocupación del 80% el año pasado a una que oscila entre el 10% y el 20% actualmente.
¿Son seguras las escape rooms?
Esta es la pregunta clave que muchos usuarios se hacen cuando se plantean visitar una escape room y pasar un rato divertido. Al desarrollarse en locales cerrados donde se junta un grupo de gente que toca todo lo que que le rodea en busca de pistas, las reticencias son muchas.
Si a eso se le añade el máximo de personas que pueden estar reunidas o el conveniente distanciamiento social, la decisión de participar decrece enormemente. A pesar de todo, la asociación antes citada preparó un protocolo de seguridad que deben seguir las diferentes salas. Y es que a todas ellas les interesa cumplir rigurosamente con la normativa porque el sector depende de que se tenga la certeza de que son totalmente seguras, tanto como otros lugares más frecuentados como los restaurantes o los bares.
¿Qué medidas se deben tomar?
El protocolo debe incluir la ventilación de los espacios y la constante limpieza, pero esas no son las únicas medidas que se llevan a cabo en las escape rooms. En primer lugar, los grupos han de ser cerrados y compuestos por personas que van juntas para participar de la actividad. No se han de unir a extraños en la misma sala.
Después, una vez que llegan a la sala, es recomendable tomarles la temperatura para asegurarse de que nadie está padeciendo alguna enfermedad.
Antes de empezar
El grupo en cuestión llegará a una hora determinada en la que los anteriores jugadores ya habrán abandonado el local y todo haya sido debidamente desinfectado para que no haya ningún tipo de posibilidades de contagio.
Asimismo, todos ellos deberán lavarse las manos con gel hidroalcohólico e incluso hay juegos en los que se ofrecen guantes durante la actividad. Y ni que decir tiene que las mascarillas son obligatorias en todo momento, no pudiendo quitarlas bajo ningún concepto. Por otro lado, es recomendable que nadie use los servicios para así salvaguardar en la medida de lo posible cualquier riesgo adicional.
En la sala
El aforo para cada una de las pruebas ha descendido hasta el número decidido por cada comunidad autónoma, de manera que se mantenga el distanciamiento pertinente. Eso ha provocado que que muchas salas cuenten ahora con menos participantes.
En cuanto a la limpieza de esas salas, debe realizarse cada vez que participa un grupo, desinfectando completamente cada uno de los objetos que haya en ella. A eso se añade que deben ventilarse unos minutos antes de que nadie entre. Por lo tanto, si las escape rooms siguen a rajatabla cada uno de las obligaciones que tienen, sí que serán seguras, aunque ya es cuestión de los usuarios decidir o no lo que mejor consideren.