Las posturas sexuales son muchas y variadas. Solo hace falta echar un vistazo al famoso Kamasutra. Uno puede querer variar, suele ser un aliciente más en el sexo, pero los expertos revelan que hay unas posturas más placenteras que otras. Y para gustos, colores.
En el caso de las mujeres, los sexólogos confiesan que son ellas las que tienen que explorar algo más para poder llegar al orgasmo, ya que no lo tienen tan fácil. En este sentido, el prueba-error es lo recomendado. Cada persona experimenta el placer de una manera y la mejor forma es conocer las opciones para conocer los gustos.
Factores destacados
El psicoterapeuta y sexólogo David Barrios defiende este punto: la necesidad que tienen ellas de una mayor cantidad de estímulos. Para ello, se requiere “trabajar” zonas erógenas, variar la profundidad de la penetración e incluso el ritmo.
Pero los expertos insisten en la experimentación de las posturas y señalan que hay cinco de ellas que pueden dar a las mujeres un mayor placer o facilidad para llegar al orgasmo. Pero puede haber más, porque en la variedad está el gusto.
Perrito y encima
Una de las más conocidas es la llamada el Perrito. Es una de las preferidas de las mujeres porque logran la estimulación de las paredes vaginales, el mítico punto G. Por su parte, es trabajo de la pareja poder llegar a estimular el clítoris y hacer uso de sus manos para excitar otras zonas erógenas.
Otra de las más populares y eficaces suele darse cuando ella está encima. Como su propio nombre indica, la pareja está tumbada boca arriba en la cama y una mujer está encima, de forma que toma el control. Varía la profundidad y el ritmo a su antojo. Quien está debajo también tiene las manos libres para estimular otras partes.
Andrómaca e Indra
Existe también la Andrómaca, que pese a su nombre, no es tan complicada. La pareja está sentada con las piernas estiradas. Ella, encima, tiene el control absoluto de sus movimientos para ir variando profundidad, ritmo y movimientos de la penetración. La proximidad de los cuerpos y la sensación de poder ayudan también a una mayor intensidad del orgasmo.
Igual el nombre es menos conocido, pero la postura lo es algo más. Se llama Indra y consiste en que la mujer se sitúa bocarriba, con las piernas flexionadas y los pies en el pecho de la pareja, quien está recostado sobre ella y la retiene. Lo relevante de esta postura es que estimula profundamente el punto G de la fémina.
Tornillo
La quinta y última que señalan los expertos se conoce como Tornillo. De nuevo, ella está boca arriba. Pero esta vez la postura puede ser algo más complicada. En el borde de la cama, o el lugar que se decida, la mujer debe estirar las piernas en forma de L y poner su torso de lado. La pareja, por su parte, debe ponerse de rodillas para la penetración.
Los sexólogos señalan que esta última postura es sumamente placentera ya que, además de con la penetración, el clítoris se estimula con la fricción de los labios vaginales. Si a ello se le añade que la otra persona puede estimular otras zonas erógenas con las manos, el orgasmo puede ser muy agradable para la mujer.