Obras imprescindibles de Carlos Ruiz Zafón
El autor barcelonés dispone de una producción literaria imprescindible y adaptada a cualquier edad
1 octubre, 2020 20:45Un híbrido entre la literatura contemporánea y el género gótico-fantástico, así es la prosa de Carlos Ruiz Zafón. El escritor barcelonés se ha convertido en uno de los autores españoles más vendidos, gracias a las recreaciones oscuras y esperanzadoras de sus novelas. Lejos de encasillarse en un único público, el literato ha producido historias que son una lectura obligatoria en colegios e institutos, así como extensas novelas para el lector adulto.
Entre sus rasgos característicos están la descripción de ambientes lúgubres y tenebrosos, sucesos que ocurren de noche, autómatas, enfermedades y, sobre todo, guiños a la literatura en general. Sus personajes son individuos de gran corazón, maltratados por los vaivenes de la vida, pero que intentan en sus páginas redimirse y llegar a ser lo que siempre han querido.
Literatura juvenil
Sus cuatro obras dedicadas al público más joven son El Príncipe de la Niebla, El Palacio de Medianoche, Las luces de septiembre y Marina, producidas en la última década del siglo XX. Aquí Zafón emplea todos sus recursos en hacer que las historias sean atractivas para el lector, inculcando en los jóvenes el uso de los recursos literarios, de la mano de unos personajes en los que destacan sus sentimientos. La amistad, los amores de verano o el cariño de una madre son algunos de sus trasfondos.
Una de las obras a destacar es El Príncipe de la Niebla. En ella, el autor confunde el mundo real con el imaginario. A través de sucesos impactantes, como la muerte, que se entrelazan con la aparición del Príncipe de la Niebla, un personaje ficticio que tiene el poder de conceder deseos. Con estos ingredientes, Max Carver comienza a investigar el fallecimiento de Jacob, que anteriormente vivía en la casa a la que se muda con su familia.
El cementerio de los libros olvidados
En este caso, se trata de la saga de novelas dedicada al público más adulto. Llama la atención que todas ellas comparten personajes, contexto histórico e hilos argumentales, pero es perfectamente posible leerlas por separado. De hecho, la primera en editarse fue La sombra del viento, pero la trama de El Juego del Ángel comienza años antes. En estas líneas, Carlos Ruiz Zafón lleva al lector a la Barcelona gris del siglo XX, una ciudad predominantemente industrial que es testigo de las vidas de sus personajes.
La colección la componen La sombra del viento, El juego del ángel, El prisionero del cielo y El laberinto de los espíritus. Daniel Sempere, hijo de un librero de barrio, es la figura que aparece en cada una de ellas, aunque no en todas tiene un papel protagonista. De hecho, en El juego del ángel, David Martin, un escritor asfixiado por el sistema editorial de la época, es el personaje principal.
La sombra del viento
Es quizás la obra más popular de Zafón, con más de 15 millones de ejemplares vendidos. En ella, Sempere acude por primera vez al Cementerio de los Libros Olvidados. Este espacio es un lugar pseudo mágico de Barcelona donde se encuentran obras literarias de todo tipo para evitar su desaparición. Aquí, Daniel Sempere encuentra un libro magnífico que nadie conoce y a cuyo autor comienza a investigar. Desde ese momento, su vida cambiará para siempre.
En la búsqueda de Julián Carax, el autor de La sombra del viento, Daniel Sempere atraviesa una serie aventuras sentimentales que le hacen crecer como persona. No obstante, no abandona en ningún momento su empeño en conocer la verdad, que le conducirá al amor verdadero. Toda la narración se hace en un tono realista, aunque tiene ciertas trazas de fantasía que son pilares fundamentales de la obra.
El juego del ángel
Daniel Sempere pasa a ser un personaje secundario para ceder el relevo a David Martin. Este escritor de gran talento, pero escasa suerte, comparte muchos rasgos de su personalidad con Sempere. En el apartado sentimental, sufre un golpe tras otro y su corazón comienza a helarse. A pesar de esto, supera una grave enfermedad y se embarca en nuevos proyectos que llenan su vida de pasión .
Aquí se vuelve a comprobar el homenaje constante de Zafón al mundo de la lectura. Una misión casi didáctica del autor que busca inculcar al lector la dificultad de crearse un hueco en la industria, así como las virtudes que se obtienen. Por otro lado, hace una profunda reflexión sobre la religión, donde quiere demostrar la ficción literaria que también reside en cada uno de los libros sagrados que se veneran a lo largo y ancho del planeta.