El plátano es una de las frutas más deliciosas, fáciles de comer y de encontrar en el supermercado y con un sabor muy característico, apto para casi cualquier paladar. Sin embargo, se puede encontrar con un problema bastante habitual: su punto de maduración llega casi sin avisar. Y, de pronto, esos plátanos tan amarillos y duros se han convertido en una fruta con una textura un poco más suave y un color marrón que, para muchos, ya es motivo para descartarlos.
Nada más lejos de la realidad, los plátanos maduros se pueden comer y siguen estando en buen estado en los primeros días. Pero, para aquellos más sibaritas que no gusten comerlos así, existen varias recetas para aprovechar los plátanos maduros, fáciles de hacer, muy nutritivas y sobre todo, muy deliciosas. Porque, no hay que engañarse, para animarse a comer bien y a preparar elaboraciones la comida debe tener un sabor rico y entrar tanto por el paladar como por la vista.
Bizcocho de plátano y nueces
En menos de una hora se puede preparar un delicioso bizcocho de plátano y nueces, muy nutritivo y con un sabor espectacular, ideal para aprovechar esos plátanos que ya están maduros. Como ingredientes, se necesitan 4 plátanos, 2 huevos, 200 gramos de harina de trigo, 70 gramos de mantequilla, 80 gramos de azúcar moreno, 50 gramos de nueces y 1 sobre de levadura en polvo tipo Royal. Lo primero que hay que hacer es precalentar el honor y engrasar el molde que se vaya a utilizar.
En un cuenco, se bate la mantequilla y el azúcar. A continuación, se le añaden los huevos y los plátanos, que habrá que aplastarlos previamente con un tenedor. Gracias a su consistencia madura, este punto es sencillo. Hay que recordar que lo ideal es sacar de la nevera un poco antes los ingredientes que normalmente se conservan en frío, para que cojan temperatura ambiente. Se añade la harina y la levadura y se mueve todo bien hasta tener una masa homogénea. Ahora, se añaden las nueces, se vierte todo en el molde y se hornea 40 minutos a 200ºC.
Galletas de plátano y chocolate
Otra de las recetas con plátanos maduros más instagrameables es la de galletas de plátano y perlitas de chocolate. Para prepararla, se necesitan apenas 30 minutos y los siguientes ingredientes: 2 plátanos maduros, 100 gramos de harina de trigo, 80 gramos de mantequilla, 70 gramos de azúcar moreno, 30 gramos de perlas de chocolate y una cucharadita (sin colmo) de levadura en polvo tipo Royal. Antes de comenzar con la receta, hay que machacar muy bien los plátanos, hasta que quede una especie de puré con ellos.
En un cuenco, se mezcla la harina con la levadura y se remueve ligeramente para que la consistencia quede suelta. Ahora, se añade el puré de plátano y a continuación el azúcar y la mantequilla. Se mezcla todo con unas varillas (eléctricas o manuales) y se añade el chocolate, removiendo bien de nuevo hasta que quede una mezcla homogénea. Ahora, con una cuchara, se van poniendo bolas aplastadas de masa sobre papel de hornear y se mete todo al horno (previamente precalentado) durante 15 minutos, 180 grados.
Helado de plátano
Ideal para tener helado en casa en cualquier época del año. Esta receta apenas lleva 10 minutos de preparación, aunque hay que dejarla reposar y enfriar, al menos, durante 60 minutos más. Para prepararla, como ingredientes solo hacen falta dos cosas: dos plátanos grandes y 20 ml de mantequilla de cacahuete natural (sin sal ni azúcar). Para esta receta, cuanto más maduros estén los plátanos mejor (siempre que sean aptos para su consumo, por supuesto). Se podrán reconocer por su textura blandita y sus manchas marrones en la piel.
Hay que quitarles la piel, cortarlos en rodajas y ponerlos a congelar durante dos horas. A continuación, cuando ya estén congelados, se pasan por la batidora y se tritura todo bien, hasta que quede una textura cremosa. Se añade la crema de cacahuete y se tritura de nuevo, integrando bien ambos ingredientes y obteniendo la textura deseada para el helado. Aunque, debido al punto de congelación del plátano, se podría tomar inmediatamente, lo mejor es guardar en el congelador durante al menos 1 hora para que adquiera una mejor textura.