Taüll, uno de los pueblos con encanto para un turismo local / Marc Pascual EN PIXABAY

Taüll, uno de los pueblos con encanto para un turismo local / Marc Pascual EN PIXABAY

Curiosidades

Cinco pueblos de España con encanto para un verano de turismo local

Selección de lugares muy bonitos para visitar sin salir del país, por muy poco dinero y con las ventajas de viajar en terreno nacional

29 mayo, 2020 18:59

Este año, el turismo de los españoles va a ser principalmente nacional. El cierre de fronteras, los problemas derivados del coronavirus, la crisis económica y las restricciones van a propiciar que gran parte de los españoles opten por un turismo local. Esto no significa que las vacaciones tengan que ser peores: en nuestro país hay muchísimas opciones para disfrutar de un verano, sea cual sea el tipo de viaje que se desee hacer. Deporte, playa, cultural, de naturaleza… basta con mirar el mapa y elegir bien.

Los pueblos con encanto van a ser los grandes beneficiados en el turismo después del coronavirus. Cataluña es una de las comunidades que tiene más pueblos con encanto, pero de norte a sur de la península y también en las islas hay opciones para todos los gustos, necesidades y bolsillos. Para escoger entre uno u otro, lo mejor es pensar si se desea un entorno rural, marítimo o cultural y en base a esto decidir entre las diferentes opciones que tiene España.

Almagro

Almagro, en la provincia de Ciudad Real, es un pequeño pueblo perteneciente a Castilla La Mancha con una buena oferta cultural y gastronómica. Su casco histórico está declarado como conjunto histórico-artístico. Imprescindible degustar los vinos de la zona y disfrutar de las tapas y raciones en la Plaza Mayor.

Precisamente en plena Plaza Mayor se encuentra el Corral de Comedias, un Monumento Nacional del siglo XVIII. También, a un corto paseo, el Parador de Almagro se emplaza en un antiguo convento del siglo XVI y es una visita imprescindible, ya sea para alojarse en él como para disfrutar de una merienda en su cafetería.

Nerja

En la Costa del Sol, Nerja, el pueblo conocido por ser el escenario de Verano Azul, le pone una nota de color a la provincia de Málaga. Este pueblo andaluz tiene el encanto de los callejones estrechos con casas bajas encaladas en blanco, pero también del mar.

Como visitas imprescindibles, las Cuevas de Nerja, el Parque de Verano Azul y, por supuesto, su Balcón de Europa. En la gastronomía destacan los bares de tapas a base de pescaito frito y los restaurantes italianos, entre los que sobresale el Vitaliano Da Cristina, una delicia en la Plaza de los Cangrejos.

Vista aérea del Balcón de Europa, en Nerja / Manolo Franco EN PIXABAY

Vista aérea del Balcón de Europa, en Nerja / Manolo Franco EN PIXABAY

Taüll

Si hay que mencionar los pueblos más bonitos de España, la provincia de Lleida tiene la suerte de contar en sus filas con verdaderos escenarios de cuento. Uno de ellos es Taüll, un pueblo en el Valle del Bohí con un valor natural y cultural impresionante.

Pasar el verano en sus calles es una delicia, disfrutar de su calma y enamorarse de su arquitectura de piedra, un lujo. Destaca la Iglesia de Sant Climent, rodeada de un paraje en plena naturaleza.

Manzanares El Real

Madrid también tiene pueblos con encanto, como Manzanares El Real. Se trata de un pequeño municipio ubicado en la zona de la sierra norte, rodeado de naturaleza, una escapada ideal para quienes busquen alejarse del ruido de la ciudad y disfrutar de un entorno tranquilo, para hacer deporte al aire libre o simplemente disfrutar de su calma.

Lo más destacado, sin ninguna duda, es el Castillo de Manzanares El Real, una enorme construcción con preciosas vistas del entorno y cuyos exteriores pueden visitarse de forma gratuita. También se pueden hacer visitas por el interior del castillo.

Cangas de Onís

Cangas de Onís es un paraíso en la provincia de Asturias y una excelente opción para un turismo local. Sus agradables temperaturas en verano lo convierten en un destino ideal para escapar del calor de otras provincias y su naturaleza es totalmente encantadora. Destaca su puente romano, el Parador de Cangas de Onís (ubicado en un antiguo monasterio) y por supuesto los lagos y la Basílica de Covadonga, dos visitas imprescindibles.

En cuanto a la gastronomía, lugares como El Molí de la Pedrera o La Sifonería son excelentes opciones para disfrutar de la sidra, la fabada o el cachopo, los elementos más conocidos de la gastronomía asturiana, contundente y deliciosa a partes iguales.