El sector de la hostelería es uno de los más castigados por la crisis derivada por la Covid-19. El encierro obligatorio impuesto a los españoles ha provocado el cierre de estos establecimientos, muchos de ellos abocados a una situación difícil de resolver. El futuro tampoco se presenta muy alentador, con reducciones de aforo y medidas de protección que podrían echar por alto la temporada alta del sector, de la cual, algunos de ellos, dependen para sobrevivir el resto del año.
España es un país con buena tradición de bares, cafeterías y restaurantes. También es una de las rutinas que más se está echando de menos durante el aislamiento. Por ello, la iniciativa de un bar virtual, creador por Moritz, la primera cervecería que se abrió en Barcelona, suena muy interesante. No suple a las cañas con amigos, al buen café profesional o al sabor de un buen pincho de tortilla, pero es una buena opción para pasar el tiempo en casa… grifos de cerveza incluidos.
Cómo es este bar virtual
Bajo la idea de un bar virtual, Moritz trata de reunir diferentes opciones de entretenimiento en casa. Al entrar a la página web y confirmar que se tienen más de 18 años (por las referencias al alcohol que se van a encontrar en su interior), se puede ver la barra de un bar tradicional. En ella, pasando el cursor por los diferentes elementos que le dan forma, se encuentran opciones de interacción y entretenimiento que dan nuevas ideas para pasar el tiempo libre en casa y amenizar la cuarentena.
Por ejemplo, los grifos de cerveza conectan directamente con Hangouts, Zoom y Houseparty, tres apps enfocadas a socializar con amigos o familiares. En la barra también hay un cartel que pulsamos en él lleva a una web con documentales y un acceso directo a Youtube. En la parte de atrás, en las estanterías se puede descubrir el catálogo de cervezas de Moritz, abrir Spotify o Twitter. Por su parte, en las paredes, los pósters que las decoran llevan a webs con planes culturales y, lo mejor para los que echen de menos la cerveza, tiendas online donde se pueden comprar cervezas Moritz.
Primera cervecería en Cataluña
Louis Moritz tuvo el honor de crear la primera cerveza de elaboración propia de Cataluña, entre los barrios de Raval y el Eixample. Su motivación fue tal que ocho años después, en 1864, abría la primera fábrica de cerveza de la zona. Fue en Barcelona, en Ronda Sant Antoni, un lugar que a día de hoy continúa abierto y que sirve como bar para degustar comida y bebida en un ambiente exclusivo e histórico. Tras el éxito de su fábrica, llegó la primera cervecería de la ciudad.
Fue inaugurada en 1897, momento en el que comenzó la tradición de tomarse una caña al terminar el trabajo, quedar con los amigos para disfrutar de una bebida y algo de comida y que sirvió como punto de encuentro para la sociedad catalana de finales del siglo XIX. Su gran expansión comenzó en 1966, con su primera campaña publicitaria, aunque años más tarde, por problemas familiares, vivió su gran crisis. Se puede considerar al año 2011 como el verdadero resurgir de Moritz, cuando se rehabilitó su antigua fábrica y volvió a llenarse de vida, esta vez de grupos de amigos en torno a una buena cerveza y una mejor conversación.
El bar en casa
El propósito de este bar virtual no es servir una caña o poner sobre la mesa una tapa, algo inviable. Sin embargo, sí que se busca mantener ese carácter social del ser humano, tanto a la hora de hacer videollamadas con amigos, como reforzar la curiosidad con los documentales y otros planes de ocio, que a su vez darán para temas de conversación.
La clave del éxito de los bares reside principalmente en esto, su labor para reforzar vínculos sociales. Hoy en día, la tecnología puede hacer también mucho por esto y se está demostrando en este aislamiento con el aumento de las videollamadas, los juegos en línea o incluso las quedadas para ver películas junto… pero separados.