La tortilla de patatas es un clásico en toda España, aunque en cada región -y en cada casa- se hace de maneras diferentes. Hay quienes la prefieren compacta como un ladrillo y otros casi líquida, aunque se imponen los que anhelan que les quede jugosa sin llegar a estar cruda. Si esa es tu tortilla, jugosa en su punto justo, estás de enhorabuena, porque te ofrecemos el mejor consejo para cocinarla.
Cómo conseguir una tortilla así es un debate que está arrasando en Twitter, así que descubrir el secreto a buen seguro que interesa, y mucho. Los tuiteros debaten ahora sobre el punto de cocción después de haber dejado atrás otra polémica culinaria de este plato tan consagrado: si ha de llevar cebolla o no.
Con o sin cebolla
Al margen de que incluya ese ingrediente, preparar una tortilla jugosa es posible en ambos casos, con y sin cebolla. El truco definitivo con el que conseguir un punto intermedio pasa por seguir unos sencillos pasos, no sin antes recordar los ingredientes necesarios:
- 500-600 gramos de patatas.
- 5 huevos.
- 1 cebolla mediana (o no).
- 1 diente de ajo (opcional).
- Aceite de oliva virgen extra.
40 minutos y lista
Elaborar nuestra suculenta tortilla nos llevará unos 40 minutos y su aporte calórico será se unas 300 Kcal. por cada 100 gramos. En primer lugar debe pocharse la cebolla (si optamos por incluirla) en una sartén con aceite de oliva virgen extra. Opcionalmente, se puede añadir a la cebolla un ajo picado, que le dará más sabor.
Después han de pelarse las patatas y cortarlas en trozos irregulares -no muy grandes- y lavarlas. Se añade entonces abundante aceite a la sartén con la cebolla. Cuando esté caliente, se echan las patatas, que han de quedar cubiertas por el aceite en su totalidad para que se hagan por dentro y no se doren demasiado por fuera, así que siempre con fuego medio.
El truco
Las patatas suelen estar listas en 20 minutos, pero podemos comprobar que han quedado blanditas pinchándolas con un tenedor. Si es así, se apaga el fuego y aquí viene el truco para que quede jugosa: En lugar de batir los huevos y añadirlos directamente a la sartén con las patatas, haremos lo siguiente:
Con una espumadera, debemos sacar las patatas y la cebolla del aceite y las pasarlas a un bol. Colamos el aceite y lo guardamos para reutilizar mientras en otro bol grande se baten los huevos y se incorporan las papas y la cebolla con los huevos batidos. Después, con un tenedor se machaca todo hasta conseguir una pasta al gusto. Se prepara la sarten con aceite a fuego medio y, cuando el aceite esté caliente, se añade la mezcla de patatas y huevo.
Más o menos cuajada
Con una espátula hay que ir redondeando la mezcla en la sartén y cuando apreciemos que se ha cuajado por la parte de abajo, le damos la vuelta a la tortilla con ayuda de un plato o una tapa lisa.
Volveremos entonces a echar la tortilla en la sartén por el lado opuesto y a los pocos segundos apagaremos el fuego. Si nos gusta más cuajada la podemos dejar un poco más, pero seguro que el aspecto de la tortilla es el pretendido.