El entrenamiento físico consiste es únicamente ir al gimnasio, salir a correr o montar en bicicleta. Existen ejercicios que, además de suponer un beneficio para nuestra salud, pueden ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento y experiencias sexuales. En este segmento de actividades se enmarcarían los ejercicios de Kegel, un entrenamiento que se sirve para mejorar la respuesta y para fortalecer los músculos del suelo pélvico.
Estos ejercicios se recomiendan en situaciones especiales como, por ejemplo, después del parto. El fortalecimiento de la musculatura de la pelvis se traduce en una disminución de las pérdidas de orina. Pero no sólo se recomiendan a las mujeres, pues este entrenamiento también es beneficioso en hombres con problemas de próstata y uretrales, tanto en la recuperación como en la prevención.
¿En qué consisten?
Los ejercicios de Kegel son más sencillos que seguir una rutina de gimnasio, pues existen aplicaciones móviles que sirven de guía durante el mismo. El funcionamiento básico de los ejercicios consiste en alternar entre la contracción y la relajación de los músculos del suelo pélvico de varias formas distintas. Esto es similar al esfuerzo muscular que se hace al aguantar o expulsar con fuerza la orina.
Para la correcta realización de los ejercicios de Kegel es necesario evitar la contracción del resto de músculos cercanos como pueden ser los abdominales. Se trata de una rutina que puede seguirse a diario o hacerse varias veces a la semana. Aplicaciones como XiiB pueden ayudar a seguir una continuidad, además de sugerir ejercicios de diferentes tipos y nivel de exigencia con los que practicar.
Ayudan a mejorar el rendimiento en pareja
El fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico reporta también beneficios a nivel sexual. En el caso del hombre puede significar mejoras en problemas de erección o incluso ayudar en el autocontrol y lo que ello supone de acuerdo a las eyaculaciones precoces o retardadas.
Las mujeres obtienen gracias a este entrenamiento un mejor control de sus músculos vaginales, que pueden ser empleados durante el coito o la masturbación para mejorar la experiencia. Cabe destacar que los resultados no son perceptibles a simple vista y tardan en hacerse notar al menos dos o tres semanas.