¿Qué es la religión de la Unicornio Rosa Invisible?

En el año 1994, un grupo de ateístas inició dentro de un foro de la red usenet lo que empezó a conocerse como la teoría de la Unicornio Rosa Invisible. Con este peculiar nombre, la intención realmente era crear una religión satírica contra las creencias teístas y la existencia de un Dios, algo similar a otra multitud de religiones paródicas como por ejemplo la del Pastafarismo o religión del Monstruo del Espagueti volador.

La Unicornio Rosa Invisible que se toma como icono representa una diosa que al mismo tiempo es capaz de tomar la forma de unicornio de este color, y de ser invisible. Este hecho es tan poco probable que consigue refutar su objetivo de ridiculizar las creencias religiosas defendiendo que cualquier cosa, por muy extraña que pueda llegar a ser, puede elevarse a la categoría de Dios.

“La Unicornio Rosa Invisible es un ser con un enorme poder espiritual. Lo sabemos porque es capaz de ser invisible y rosa al mismo tiempo. Como todas las religiones, la nuestra también se basa en la lógica y en la fe. Tenemos fe en que es rosa, y lógicamente sabemos que es invisible porque no podemos verla”, explica Steve Eley, uno de sus creadores.

Curiosidades de la Unicornio Rosa Invisible

Como toda religión que se preste, los adeptos de la Unicornio Rosa Invisible cuentan con sus propias reglas y tradiciones, como por ejemplo sus evangelios y días sagrados. Las fiestas religiosas de otras religiones son también fiestas para los seguidores de la Unicornio Rosa, algo que hacen para sembrar la duda en las mentes de los religiosos y cuyo atrevimiento ha hecho que se aumente el número de adeptos en internet.

Además de esto, disponen de su propio número sagrado, el 42, que según ellos es la respuesta a la pregunta: "¿Cuál es el significado de la vida, del universo y de todo?". Se trata de sumar los dígitos del año en que supuestamente fue revelada la religión del Unicornio Rosa Volador (1994, con un resultado de 23). Se le añaden cuatro, uno por cada pezuña, dos, uno por oreja, dos, uno por ojo, uno por su cola, uno por su cuerno, y nueve porque sí.