Los 10 mejores bosques para disfrutar del otoño
Con el fin del verano, hay otros refugios naturales y más espectaculares que las playas
4 octubre, 2018 09:53Cuando el verano se despide y empiezan a caer las hojas de los árboles son muchos los que les gusta refugiarse en las montañas. Los bosques son uno de los mayores espectáculos visuales que ofrece la naturaleza y cada vez hay más gente que se dirige a estos paraísos verdes a disfrutar del tiempo de ocio.
El blog de El Viajero, de El País, ha seleccionado una lista de los bosques imprescindibles para disfrutar del otoño:
Fraga de Catasós (Pontevedra)
Se trata de un "increíble tapiz de castaños y robles centenarios de hasta 30 metros de altura", que rodea el antiguo pazo de los Quiroga, en Lalín, donde el escritor Emilia Pardo Bazán escribió buena parte de Los pazos de Ulla. Pese a su pequeña superficie la fraga está declarada monumento natural por el valor de los ejemplares que alberga.
Cómo llegar: Se encuentra a 53 km de Santiago de Compostela y a 55 de Ourense por la autopista AP-53. La fraga está señalizada desde el centro del pueblo.
Fraga do Eume (Coruña)
Muy cerca de Pontedeume se encuentra una de las fragas atlánticas mejor conservadas de Galicia, que cubre las riberas del río Eume.
Cómo llegar: Desde A Coruña por la AP-9 hasta salida 21F a Pontedeume (42 km). Desde allí, por la carretera AC-114 para tomar el desvío de Ombre hasta Caaveiro.
Selva de Oza (Huesca)
Es la selva de Oza, una joya de bosque autóctono pirenaico. El clima atlántico montañoso permite la existencia de este bosque mixto entre el haya, la especie dominante, y el abeto blanco, resistente a las bajas temperaturas.
Cómo llegar: desde Huesca por la N-240 hasta Puente la Reina de Jaca; de allí por la A-210, que recorre el Valle de Hecho, hasta Siresa.
Señorío de Bértiz (Navarra)
A las puertas del valle de Baztán, en Oronoz, se halla esta reserva natural de Navarra. Un enclave que cuenta con dos mil hectáreas de bosque autóctono de un altísimo grado de conservación que pertenecieron desde finales del siglo XIV a la familia de los Bértiz. Es representativo de la mejor flora y fauna pirenaica navarra. El grueso del parque lo compone el bosque atlántico, con bellos hayedos.
Cómo llegar: desde Pamplona por la N-121A hasta Oronoz-Mugaire.
Sierra de Cameros (Rioja)
"Un bosque caducifolio de hayas, robles, abedules, castaños y avellanos incendia de ocres, oros y amarillos la cara norte de la sierra de Cameros, en la Rioja Alta, en las cuencas de los ríos Leza e Iregua. Castaños de gran porte trepan hacia las cimas de la sierra, por los pasos de Sancho Leza y La Rasa, transformándose cada otoñada en llamativas antorchas de hojas incendiadas", explica El Viajero.
Cómo llegar: por la N-111, que une Logroño con Soria a través del valle del Iregua.
Fageda de la Grevolosa (Barcelona)
En Cataluña quedan muchos bosques de hayas, pero uno de los más espectaculares es, sin duda, el de la comarca de Osona (Barcelona). Es un bosque en forma de herradura con hayas centenarias de gran porte. La más grande de ellas cuenta con un tronco de 5,80 metros de perímetro en su base, una altura de 42 metros y una copa de casi 20 metros de diámetro. Su edad puede rondar los 300 años.
Cómo llegar: por el eje C37 Vic-Olot hasta Sant Andreu de la Vola (Osona). Desde allí seguir por la BV-5224 hasta la collada de Bracons en busca del indicador de El Molí de Bracons, donde empieza una senda que se interna en el hayedo.
Bosque de Miera (Asturias)
La Pesanca es una vega arbolada en torno al río del Infierno con un fascinante bosque de robles y castaños que deja intuir cómo tuvo que ser la cubierta vegetal original del Principado. La zona más impactante y oscura del bosque es el arboreto de Miera, con robles y castaños centenarios.
Cómo llegar: por la N-634 hasta Infiesto. Allí se toma la carretera de Espinareu; al llegar seguir el camino del área recreativa de La Pesanca.
Montaña Palentina (Palencia)
La montaña Palentina ocupa la ladera sur de la Cordillera Cantábrica, donde nacen el río Pisuerga y el Carrión. Un territorio de transición con densos bosques de roble, haya, pino albar, acebo, castaño y tejo en los que disfrutar de una espectacular otoñada. Pueden verse en torno a la localidad de Brañosera, el puerto de Piedras Luengas o la carretera que va de Cervera de Pisuerga a Velilla del río Carrión.
Cómo llegar: Brañosera está a 20 km al norte de de Aguilar de Campoo por la P-220.
Parque Natural Saja Besaya (Cantabria)
La cuenca alta del río Saja conserva algunos de los mejores bosques caducifolios atlánticos de la Cordillera. Densas masas de robles, hayas, abedules, serbales y acebos que por su importancia fueron protegidos bajo la figura del Parque Natural Saja Besaya. Su alto valor ecológico se percibe nada más dejar atrás la localidad de Saja, donde está el Centro de Interpretación del parque, y empezar a subir las cuestas del puerto de Palombera.
Cómo llegar. Por la autopista del Cantábrico A-8 hasta Cabezón de la Sal, donde nace la carretera CA-180 (más tarde, CA-280) que remonta el río Saja hacia el puerto de Palombera.
Vega de Brañagallones (Asturias)
Una braña a 1.230 metros de altitud en el valle del río Monasterio es parte de la Reserva de Redes. Hasta los 800 metros de altura se transita por un maravilloso castañar. Luego, al llegar al mirador, el desnivel se suaviza. Allí empieza el bosque de hayas centenarias, salpicado de grandes acebos y helechos. En las zonas más soleadas crece el abedul.
Cómo llegar: se accede desde el pueblo de Bezanes, en la carretera AS-17, que va de Pola de Laviana al puerto de Tarna.