Los mayores, como la abuela de Christian Marion, reciben en casa la revista Famileo

Los mayores, como la abuela de Christian Marion, reciben en casa la revista Famileo

Vida tecky

Así es el WhatsApp impreso para mayores

'Famileo' es una 'app' que une el mundo digital y el del papel para conectar a los abuelos con el resto de la familia

15 diciembre, 2019 00:00

Carmen tiene 90 años. Vive en un pueblecito de algo más de 10.000 habitantes. Tiene móvil y se maneja bastante bien para su edad. Sus dos hijos viven cerca, pero algunos de sus nietos están en otras ciudades de España y de Europa. Aunque se llaman por teléfono, la familia comparte fotos por WhatsApp que a Carmen no le llegan y, si las recibe, la mayoría de veces no sabe ni cómo verlas. La historia de Carmen es un ejemplo de la brecha tecnológica que existe en muchas familias hoy en día.

Sin embargo, hay soluciones para romper esa brecha. Una de ellas es el WhatsApp impreso para mayores, bautizado como Famileo. Aunque la idea surgió de la mano de dos emprendedores en Francia, ha viajado recientemente hasta España, en concreto a Barcelona, para conectar a los abuelos un poco más con sus familias. “Conocí la idea y a sus impulsores y quise llevar el proyecto hasta aquí”, explica Christian Marion a Crónica Global desde su pequeña oficina en la calle Aragón en Barcelona.

Aterrizaje en España

Famileo es una empresa social que se ha estrenado en España hace apenas un mes y medio y, de momento, ha conquistado a algo más de 1.000 familias. “Hay una incomunicación entre la vida real y la digital. Queremos integrar a nuestros abuelos en todo lo que nos pasa, pero no siempre tienen WhatsApp”, subraya Marion, que nació en Barcelona, pero se define como medio francés y medio español.

La idea de Famileo es sencilla. Los miembros de la familia se descargan la app --disponible tanto para iOS como para Android y versión web o de escritorio--, aunque previamente uno de ellos, el administrador, habrá elegido el plan --semanal, quincenal o mensual-- que la familia haya acordado. Se realizará un pago único con esa periodicidad que va desde los 5,90 euros el mes, pasando por los 9,90 euros la quincena y 17,90 euros la semana.  

Christian Marion, el impulsor de Famileo en España

Christian Marion, el impulsor de Famileo en España

Revista en papel para los abuelos y digital para el resto

Después, en el perfil creado de la abuela o abuelo de la familia, todos los miembros podrán compartir y subir fotos con comentarios. Se pueden subir hasta un máximo de 30 fotos cada vez. Y, según el plan elegido, al final de la semana, la quincena o el mes, alguien como Carmen recibirá una revista impresa a color en casa con esa treintena de imágenes --o menos-- que haya compartido su familia en la app de Famileo.

Dentro de la app existe un bote familiar para que cada miembro vaya dejando sus donativos en esa hucha y así se pueda ir pagando las suscripción o plan elegido. Además, mientras los mayores reciben la revista impresa en casa, toda la familia podrá descargársela en formato PDF desde la propia aplicación y tener así también un recuerdo impreso. “Nos financiamos sólo por las suscripciones de las familias y nos comprometemos seriamente a que la información compartida en la app sea 100% privada y segura. Las fotos no son visibles para nadie más que para los miembros de la familia que están en la app. Y el feedback que hemos recibido de las familias ya inscritas ha sido muy bueno”, explica Marion.

Residencias

Además de las familias, Famileo es también una app que puede funcionar en las residencias de gente mayor. En este sentido, se trataría de un servicio de comunicación interna y externa, de manera que la propia residencia pueda tener una revista o newsletter de las actividades que hacen con los residentes y, al mismo tiempo, también se pueda enviar alguna foto a la familia del residente a través de la app Famileo.

“Nuestro objetivo sería en 2020 estar presentes en unas 200 residencias y llegar a 10.000 familias y ya en 2023 poder contar con 50.000 familias y 1.000 residencias, como ha ocurrido en Francia”, concluye Marion.