Melbits POD, el juguete digital nacido en Valencia que conquista a los más pequeños / MELBOT

Melbits POD, el juguete digital nacido en Valencia que conquista a los más pequeños / MELBOT

Vida tecky

El tamagochi del futuro se llama Melbits POD

Una startup valenciana revoluciona los videojuegos con un cruce entre las mascotas virtuales y la realidad aumentada

21 enero, 2021 00:00

Se llama Melbits POD, viene de Valencia y para crecer necesita una nevera. El juguete sensorial diseñado por la startup Melbot Studios está llamado a convertirse en el tamagochi de las nuevas generaciones. Tanto dentro como fuera de España: en la reciente edición de los Europlay Videogame Awards, la creación se posicionó como mejor videojuego europeo de 2020.

La empresa fundada por David Montero e Iván Expósito se ha hecho un hueco en el mercado del ocio digital gracias a su particular cruce entre las mascotas virtuales y la realidad aumentada. La cápsula morada combina la crianza de un melbit, una criatura con distintas fases evolutivas en el más puro estilo de los Pokémon, con la interacción en el entorno físico gracias a la tecnología.

 

 

Cómo jugar con Melbits Pod / MELBITS POD

Para adultos no tan adultos

El huevo desarrollado por el estudio cuenta con sensores de calor, luz y movimiento para multiplicar las posibilidades de crecimiento de los duendecillos. "Los sensores se han usado mucho para hacer deporte, pero dándole vueltas al producto para que tuviera un gameplay innovador pensamos qué podíamos hacer con luz, temperatura y movimiento. Y se nos ocurrió la idea de incubar a personajes, al igual que un pollo cuando incuba un huevo", explica Montero.

Pese a que el público objetivo son niños entre 6 y 8 años, Montero desvela que los adultos también se han aficionado al juguete. "Ha habido mucho adulto que lo ha comprado. Es la tendencia del kidult, que son esos adultos que compran figuritas y que jugaron a tamagochi en su día", comenta el fundador. "Ha sido más fácil entrar en estos adultos frikis... que son como nosotros mismos", bromea el emprendedor.

David Montero, fundador de Melbot, cuenta que es lo que más gusta a los niños del juguete / CG

Consumo digital responsable

La firma ha introducido mecanismos de control parental siguiendo la tendencia que grandes marcas como AppleGoogle. "Una parte importante del juego es el parental settings que permite a los padres poner qué horas se pueden jugar. También existe el concepto de esperar. Normalmente, sobre todo en móvil, se obliga a entrar todo el rato en el juego, pero nosotros lo vemos de un modo diferente", destaca.

David Montero cuenta los mecanismos de control parental de Melbits POD / CG

La propia mecánica del juego invita a ello, ya que las misiones empiezan en la tablet pero terminan en el mundo real. Además, algunas llevan su tiempo. Sus creadores advierten de que incubar un huevo no es cosa de pocas horas. El carácter coleccionable de la apuesta, sumada a la customización de los animalillos, incrementa la jugabilidad del producto. Como reconocen sus jugadores más pequeños: "Hay el perfil coleccionista de niño, que lo trata como un modo de álbum. A otros les gusta hacer de científicos y coger el pod y ponerse a bailar con él en la oscuridad, meterlo con frío... hay gente muy inventiva".

Hay 'melbits' para rato

En 2017, el proyecto nació gracias al micromecenazgo antes de ser impulsado por Lanzadera y Barcelona Activa. Tras una fase de desarrollo en que la idea tomó fuerza, el artículo salió a la venta en el canal generalista pocos meses antes de la pasada Navidad. Además, llegó a las estanterías de distribuidores como Fnac y MediaMarkt con el plus añadido de Melbits World, un arcade disponible para Playstation 4 que pone a corretear a los personajes en un modo colaborativo.

En el futuro, el estudio se plantea apuntalar un ecosistema de entretenimiento mediante la interacción entre sus periféricos, el producto estrella del Melbits POD y una narrativa propia mediante una serie en YoutubeAdemás, no descartan traer la fabricación de las unidades a España. Por cierto, los diseñadores han dejado una huella personal en el nombre. "Lo de melbit viene por la frase això és mel, que decimos en Valencia. Cogimos ese concepto y el bot por robot, con la idea de hacer algo divertido y también tecnológico".