La startup que dará una segunda vida a los comercios vacíos tras la crisis
Brickbro, fundada por Guillermo Preckler y Carolina Santa Cruz, prevé que el número de locales sin usar aumente por culpa de la pandemia
30 abril, 2020 00:00“Antes de esta crisis calculamos que en Barcelona había más de 10.000 locales vacíos y en Madrid más de 14.000. Ahora, tras el coronavirus, es posible que ese parque aumente hasta en un 40% antes de finales de año”. Así de claro y seguro se pronuncia Guillermo Preckler, el cofundador de la startup Brickbro.
Preckler confiesa que, en su caso, la crisis supondrá una oportunidad y los motivos también los tiene muy claros. “La gente está comprando más a través de internet y es muy posible que varias tiendas de barrio ya no puedan levantar la persiana por el Covid-19. Muchos negocios no se recuperarán de esta crisis, por lo que aumentará la oferta de locales vacíos y, por consiguiente, bajarán los precios”, detalla Preckler a Crónica Global. La crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus ha dejado un hueco irrecuperable, sin embargo esta situación también se traduce en nuevas y mejores ocasiones para algunas startups.
'Los Masters de la reforma'
Guillermo Preckler y Carolina Santa Cruz son como Los Masters de la reforma de los locales comerciales. Su startup se dedica a cambiarle el look por completo a los espacios que se quieren poner a la venta para aumentar así su valor y que tengan una mayor y fácil salida entre inversores.
“Hemos llegado a multiplicar por dos el valor de un inmueble que transformamos de local a oficina”, matiza Preckler. El modus operandi de esta compañía es el siguiente: la persona que quiere vender un inmueble, lo sube a la plataforma de Brickbro, el equipo de esta startup lo analiza, lo visita y en menos de dos días, según apuntan los fundadores de la misma, el todavía dueño obtiene un precio definitivo de venta que puede aceptar o no.
Después, se elaboran unos renders de la reforma y del lavado de cara del espacio y se pone a la venta a través de la plataforma. Los inversores interesados hacen una paga y señal por este inmueble y entonces es cuando arranca la reforma. Asimismo, se puede buscar un inquilino para dicho espacio, con la tranquilidad que eso supone para el inversor. “En tiempos habituales, sin coronavirus, en cuatro meses y medio podemos realizar toda la operación. Dese que nos llega el inmueble, hasta que lo vendemos”, subraya Preckler.
En Madrid y en Barcelona
Brickbro maneja espacios más pequeños, de menos de 100 metros cuadrados, pero también otros por encima de los 300 metros cuadrados que se suelen usar para oficinas y coworking. La firma cuenta con unos jefes de proyecto que siguen al detalle cada reforma, aunque la obra como tal se externaliza. “También tenemos una persona en el equipo que se dedica más al diseño y al interiorismo”, asegura Preckler.
Asimismo, el perfil del inversor, hasta ahora, era un 70% nacional y un 30% internacional. En un año, Brickbro ha cerrado 45 operaciones --la startup arrancó su actividad a finales del 2018-- y opera en Barcelona y Madrid, aunque sus fundadores están mirando ahora hacia Portugal como posible nuevo mercado.
Nueva ronda de financiación
La compañía está convencida de la gran puerta que se abrirá tras esta crisis a pesar de que ahora su negocio está congelado. Por ello, tiene previsto cerrar una nueva ronda de financiación antes de verano, fruto de unas negociaciones y conversaciones que tuvieron lugar antes de que la pandemia golpeara duramente a España.
“El mercado de crisis tiene mucho sentido para nosotros porque significará que más clientes necesitarán liquidez, y por tanto querrán vender, y crecerá el interés de los inversores porque conseguirán buenos inmuebles a unos precios más bajos de los habituales”, señala uno de los cofundadores de Brickbro.
Salvar a la plantilla de un ERTE
Esta startup, pese a su juventud, cuenta con una docena de trabajadores, la mayoría ubicados en Barcelona, y ha conseguido reducir costes y recortar en otras áreas para no tener que aplicar ningún ERTE. “Algunos de los futuros inversores de la compañía habían desembolsado ya tickets de inversión y nos ha pillado todo esto con buena tesorería. Habíamos hecho los deberes los últimos meses y eso se ha notado para poder proteger al máximo nuestro equipo”, explica Preckler.
Brickbro cerró el 2019 con 2,3 millones de facturación, pero este año aunque puede suponer una gran oportunidad es tan impredecible que obliga a no hacer previsiones. “Ahora estamos con cero negocio, aunque el plan es aumentarlo y volver a reactivarnos, pero mientras esperamos a que vuelva esta nueva normalidad preferimos pensar en un horizonte sin ventas para que, a partir de ahí, todo sean buenas noticias. Va a ser un mercado oportunista, pero las operaciones se prolongarán”, concluye Preckler.