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La invasión rusa bloquea la entrada de Europa en la carrera cuántica

La guerra de Ucrania agrava la crisis de los chips, un desafío añadido a la campaña de la UE para hacerse un hueco en la competición tecnológica entre China y EEUU

12 marzo, 2022 00:00

Rusia ha torpedeado el intento europeo de irrumpir en la carrera cuántica. La Unión Europea esperaba romper el duopolio que mantienen China y Estados Unidos en este campo tecnológico, pero la guerra de Ucrania ha supuesto un nuevo revés para los planes del Viejo Continente.

La industria tecnológica europea teme sufrir las consecuencias de una crisis de los chips que podría agravarse rápidamente por el conflicto, ya que tanto Rusia como Ucrania exportan materias primas necesarias para la producción de semiconductores. Lo mismo ocurre con los superconductores, materiales necesarios para fabricar computadores cuánticos, ya que permiten el flujo de la electricidad a temperaturas muy frías sin pérdidas de energía.

Los plazos se alargan

"Estamos viendo plazos de entrega más largos", señala Jani Heikkinen, responsable de Desarrollo de Negocio de IQM Quantum Computers, en referencia al suministro de materiales con superconductividad, una pieza clave para una industria estratégica. La Unión Europea ha decidido invertir 1.000 millones de euros en estas tecnologías a lo largo de esta década para que las empresas del continente puedan hacerse un hueco entre los dos gigantes que copan el sector.

Fuentes de Quantum Flagship, la iniciativa europea para impulsar la revolución cuántica en los países de la unión, apuntan que actualmente "quien lidera es China", que posee la mejor tecnología y cuyo régimen ha hecho una apuesta por el sector, con un tercio de las inversiones a escala internacional. En segundo lugar se sitúa Estados Unidos: en este caso, son "sobre todo los inversores privados" quienes impulsan el desarrollo de los proyectos.

Un chip de trampa de iones con guías de ondas integradas utilizado para la computación cuántica / ETH

Un chip de trampa de iones con guías de ondas integradas utilizado para la computación cuántica / ETH

Falta mano de obra

El nuevo reto de la guerra y una cadena de suministros global cada vez más compleja y tensionada se añade a los desafíos ya presentes para las empresas europeas del sector. Desde IQM, Heikkinen denuncia la "falta de talento", ya que "es difícil encontrar ingenieros cualificados". "La educación puede ayudar, pero necesitamos perfiles sénior", advierte.

Asimismo, la compañía finlandesa reclama más inversiones a la UE: "Necesitamos más fondos y una actitud europea, no competir entre nosotros, sino construir empresas europeas". Es el caso de IQM, con sede en la ciudad de Espoo, pero oficinas en Francia, Alemania y, próximamente, en España, aunque Heikkinen admite que "la competencia es feroz".

Rivalidad entre países

Kuljit Takhar, director de Ingresos de Quside, ve también un mercado cada vez más competitivo: "Las naciones líderes son Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, la Unión Europea y China", asegura. "Y otras se están poniendo al día rápidamente: Singapur, India, Oriente Medio están iniciando el viaje", detalla.

Desde Quantum Flagship, añaden que el máximo objetivo de la carrera entre EEUU y China es desarrollar un ordenador cuántico universal, algo que "a corto plazo no se prevé". Sin embargo, sí hay ordenadores cuánticos construidos para resolver problemas concretos: "Las comunicaciones cuánticas y la criptografía están más avanzadas", indican las mismas fuentes.

El riesgo de los ciberataques

Empresas catalanas como Qilimanjaro se especializan precisamente en resolver problemas concretos mediante algoritmos. Fuentes de la compañía subrayan que en unos cinco años esperan tener que desarrollar completamente esta tecnología, pero a finales de año ya esperan tener una capacidad limitada de computación de cinco cúbuts y en dos años, de 25 cúbits.

Por ahora, la industria europea continuará en su intento de tener un papel significativo en la carrera cuántica, pese a los crecientes obstáculos que plantea la coyuntura económica global. Y en un contexto de creciente temor por el posible uso por parte de Rusia precisamente de herramientas de computación cuántica para reforzar su campaña de ciberataques en el marco de la guerra.