El 4YFN, el salón de startups que se celebra en paralelo al Mobile World Congress (MWC), sopla diez velas. Este año había interés en saber si los emprendedores y los inversores se abrazaban en este foro de encuentro (y financiación) pese a la complicada coyuntura macroeconómica.

Finalmente, la prueba se ha superado con éxito. Pese a que el rally de tipos de interés ha desalentado la apuesta por proyectos de futuro frágil, los inversores especializados todavía fían parte de sus recursos a empresas emergentes.

Dos pabellones

La ventaja está en que necesitan menos capital y, si bien el retorno es más dudoso, los volúmenes de inversión no ponen en jaque las carteras privadas. Otra cuestión es pasar de rondas semilla a A, B o C. Varias fuentes reconocen que se ha notado un descenso en el ritmo de las operaciones de mayor calibre.

Sea como sea, el 4YFN ha resistido y ha cumplido su aniversario con un estirón. Esta edición, el salón ha ocupado por primera vez dos pabellones, doblando prácticamente su espacio hasta alcanzar más de 800 expositores y 350 ponentes. Un orden de magnitud que en alguna ocasión dispersaba el interés de los asistentes, con dificultades para elegir qué ver y qué oír durante el congreso.

Las startups andorranas se hacen un hueco en el 4YFN EP

Salud, sostenibilidad y finanzas

A la cita no han faltado entidades financieras como Banco Sabadell, Banco Santander, BBVA y Caixabank; esta última reconoció ayer a la startup catalana más prometedora en sus Premios EmprendeXXI.

El 4YFN de este año se ha dividido en tres grandes áreas: innovaciones tecnológicas en el campo de la salud; sostenibilidad, enfocada en paliar la crisis climática; y nuevas formas de encarar las finanzas, cada vez más en la nube y menos físicas. Han quedado algo más aparcadas las startups de deporte y educación, que en la edición anterior habían ganado peso.

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