El centro de drones catalán vuela alto tras la pandemia: duplica plantilla y facturación
BCN Drone Center, ubicada en Moià, a 45 kilómetros del centro de Barcelona, es una de las diez instalaciones de este tipo más importantes del mundo
16 abril, 2023 00:00Se autodefine como uno de los 10 únicos centros de drones de todo el mundo y se encuentra en el municipio de Moià, a tan sólo 45 kilómetros del centro de Barcelona. BCN Drone Center cerró el año 2022 superando sus expectativas y duplicando su facturación, alcanzando en el pasado ejercicio una cantidad cercana al millón de euros. La empresa también multiplicó por dos, además, su plantilla, pasando a estar constituida por un equipo de 15 profesionales del ámbito de los vehículos aéreos no tripulados (UAV, según sus siglas en inglés), tal como ha declarado a Crónica Global el director tecnológico de la compañía, Jordi Salvador.
"Se ha notado el crecimiento tras la pandemia y, por otro lado, como empresa tecnológica, nos hemos podido beneficiar de los fondos nacionales de recuperación Covid. Veremos si esta tendencia es algo transitorio de este periodo de recuperación", ha señalado Salvador, quien también está a cargo de las oportunidades de negocio y las nuevas líneas de servicios de la firma, que es la otra marca comercial de CAT UAV. Esta última nació en el año 2000 de la mano del actual director general de ambas ramas, Jordi Santacana. Mientras la principal línea de negocio de BCN Drone Center es probar y evaluar los sistemas de empresas multinacionales y del sector del dron en general, su compañía ‘madre’ ofrece servicios de consultoría a fabricantes en términos legales y de mercado.
Su objetivo para 2023, certificar el mayor número de sistemas
Desde la compañía explican a este medio que su principal objetivo para este año 2023 es llegar al máximo número de fabricantes de drones que quieran certificar sus sistemas en España para entrar al mercado europeo. “A partir de enero de 2024 todos los drones que se vendan en Europa deberán pasar un proceso de certificación para garantizar su seguridad de operación, comprobar que se adhieren a las normativas actuales y así poder obtener el marcado CE”, detalla Salvador.
Este proceso a cargo de BCN Drone Center incluye la realización de múltiples ensayos en aspectos como la velocidad y altura máxima de los dispositivos, su estabilidad de vuelo o sus niveles de ruido, entre otros. “Para hacerlo más entendible, siempre lo comparamos con la automoción: para probar un coche nuevo, la SEAT no lo prueba en una autopista, sino en un entorno controlado y específico para este uso, como es el caso del IDIADA en Cataluña, con distintos tipos de pistas”, ha aclarado el ejecutivo.
Espacio aéreo segregado y privado
Los responsables de la empresa afirman que sus instalaciones son únicas en gran parte debido a que cuentan con un espacio aéreo segregado, una condición que cumplen solamente unos pocos centros españoles. Esta característica implica que solamente pueden volar en este espacio los drones y la aviación tripulada que se coordine con las actividades de BCN Drone Center. El hecho de que se encuentre en Moià, una zona con una baja densidad de población, también significa que es más fácil hacer volar sistemas complejos sin el riesgo de poner en peligro ninguna edificación o ciudadano.
Otra de las particularidades del centro es que es privado, a diferencia de la mayoría de los existentes en otros países, que son públicos. “Esto nos da mayor flexibilidad de cara al cliente. A veces decimos en broma que abrimos hasta en Navidad si hace falta. Nos acomodamos a sus necesidades y hacemos que sea factible abrir a cualquier hora”, expresa el director tecnológico de la firma, que añade que, aunque otras instalaciones públicas “tienen más inversión y quizás mejores infraestructuras”, estas no cuentan con un “enfoque hacia el negocio”.
Cursos de formación
También organizan diferentes programas de formación, la mayoría de los cuales se planifican en función de la demanda de grupos de clientes, en los que participan desde jóvenes de 16 años que quieren empezar a formarse en el sector hasta jubilados que quieren experimentar con la tecnología y descubrir qué puede devenir en el futuro. El que más personas reúne es el de Pilotaje, en él se enseña a operar sistemas con seguridad y se pueden obtener los permisos necesarios para poder volar. Algunos de los otros cursos están dedicados a la construcción y el diseño de drones o incluso a la regulación que envuelve a la industria.
La mayoría de estas formaciones transcurren durante una semana y tienen un coste aproximado de entre 1.000 y 2.000 euros por persona, dependiendo de los extras que se escojan. Este precio incluye en muchos casos el alojamiento en Moià, pues muchos de los clientes son extranjeros (por el momento han recibido a personas procedentes de más de 100 países) y la empresa ha alcanzado acuerdos con varios establecimientos del pueblo.
España, uno de los principales destinos
Gracias a una serie de características que hacen al territorio muy competitivo, España es a día de hoy uno de los destinos más atractivos para el desarrollo de drones a ojos de empresas de todo el mundo, según Salvador. Una de estas condiciones es la predisposición de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la entidad responsable de permitir este tipo de vuelos, que "entiende que estamos en una situación en la que el sector está creciendo mucho con una regulación que solamente tiene dos años".
Otros factores importantes a tener en cuenta son el clima y la experiencia de muchos centros tecnológicos, universidades y empresas que llevan trabajando en el sector durante más de 20 años, "algo difícil de encontrar en una industria tan joven". El ejecutivo destaca, por ejemplo, la existencia del Dronlab de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), una "jaula" en la que se ponen a prueba sistemas muy experimentales bajo unas restricciones muy controladas, o el aeropuerto de Lleida, donde "se está promoviendo el uso de tecnologías muy avanzadas".
"Dependerá de cada país" cómo se aplican a la vida cotidiana
El representante del centro catalán cree que, aunque el boom de los drones tuvo lugar entre 2013 y 2014, cuando Amazon anunció su intención de repartir libros a domicilio mediante estas máquinas, "dependerá de cada país" ver cuándo se hacen palpables esas realidades en la vida cotidiana de los ciudadanos.
"En países como Finlandia, Irlanda o Estados Unidos ya están comenzando a verse este tipo de pruebas piloto. En España estamos empezando a verlo en entornos rurales y para temas agrícolas. No obstante, queda todavía un poco para que ocurra en ciudades como Barcelona o Madrid", sostiene el experto. También advierte que está pendiente estudiar "si tiene sentido" que un dron haga entregas de mercancías a bloques de pisos y que se tendrán que acabar de concretar conceptos como el de los vertipuertos, puntos de entrega y recogida de paquetes por parte de drones.