Hacer crecer un bosque en Costa Rica puede ser el resultado de muchas pequeñas acciones que, al ser impulsadas simultáneamente desde distintos puntos del mundo, consiguen desencadenar grandes transformaciones. Las inversiones sostenibles llegaron mucho antes que la eclosión de los activos cripto, pero blockchain --la tecnología criptográfica que permite transmitir cadenas de datos de forma pública con información sobre todo su histórico de modificaciones, de forma que resulta imposible modificar su contenido sin dejar huella-- ha digitalizado, agilizado y democratizado estos procesos.
Al dividir un activo digital en millones de partes, no hace falta ser un gran inversor para contribuir a la reforestación de la selva tropical costarricense. Para financiar proyectos de absorción de dióxido de carbono mediante la plantación de árboles en el paraíso centroamericano, Brickken, empresa barcelonesa de emisión de tokens --unidades de valor digitales basadas en blockchain-- tiene en marcha la creación de una organización autónoma descentralizada (DAO) con fines sociales, una vía alternativa para reunir capital para ONGs e iniciativas benéficas y medioambientales.
Rentabilidad sostenible
Edwin Mata, consejero delegado de Brickken, avanza a Crónica Global que este vehículo para captar capital para proyectos sociales estará disponible en el segundo o tercer trimestre de este año. Asimismo, recuerda que las directrices en materia de emisiones de carbono de la Unión Europea implican que “las empresas también van a tener que gastarse dinero en proyectos cuyo foco no es la rentabilidad, sino la supervivencia del ser humano”.
“Se está poniendo mucho el foco en la sostenibilidad en países subdesarrollados donde hay mucha selva y tierra salvaje y no está del todo explotado”, añade el emprendedor. De hecho, asegura que en algunos casos “grupos indígenas o sociales compran este tipo de terrenos para nunca explotarlos”, con tal de evitar que caigan en manos de multinacionales. Una situación en la que cree que puede haber un cambio de paradigma con la irrupción de las inversiones cripto.
Dinosaurios virtuales
Más allá de sus parajes naturales, Costa Rica es también conocida como un vergel de dinosaurios, una imagen errónea difundida por Hollywood en Parque Jurásico. Lo cierto es que el país jamás fue pisado por estos reptiles ancestrales --al menos no por especies terrestres--, ya que estaba sumergido bajo el océano cuando un gran asteroide se estrelló en Chicxulub y puso fin a la mayoría de especies que habitaban la Tierra hace 66 millones de años.
Sin embargo, hoy en día se pueden encontrar esqueletos de dinosaurios en museos como el de La Salle, en San José. Instituciones como esta en todo el mundo se podrán beneficiar de otra de las iniciativas de Brickken que, junto a otras dos empresas, quiere crear una representación en blockchain de un dinosaurio y sacarlo al mercado para sufragar así la compra de un fósil y donarlo a un museo o a la exposición de alguna entidad benéfica. De este modo, la compañía pretende demostrar que se pueden utilizar los tokens “para incentivar el cuidado del patrimonio cultural”.
Arte ‘tokenizado’
Para Mata, la tokenización no es más que “una representación de cualquier tipo de activo digital” que se transforma “en uno o millones de tokens”, convirtiéndose así en participaciones “muy similares” a las de la bolsa. “Si lo divides en millones de partes, simplificas que se pueda invertir en activos que de otra forma serían de más difícil acceso”, señala. De todos modos, el emprendedor matiza que la idea de tokenizar un objeto es un simple reclamo de marketing, ya que lo que se representa es un derecho expresado a través de un contrato, ya sea la compra de una empresa o el alquiler de una vivienda.
A pesar del reciente boom de los tokens no fungibles (NFT), es decir, únicos o no intercambiables, Brickken se especializa en la emisión de tokens fungibles, de manera que permite a cualquier persona invertir en inmobiliario o incluso arte desde un capital reducido. De hecho, también ofrece a las startups la posibilidad de tokenizar sus acciones o deuda para obtener liquidez sin necesidad de acudir a bolsa o a mercados tradicionalmente más institucionalizados. Por ello, la empresa de Mata ha sido seleccionada para entrar en el Sandbox español, que impulsa el Ministerio de Asuntos Económicos con el fin de probar un mercado secundario para startups tokenizadas.