Samsung ha anunciado este domingo la muerte a los 78 años de edad de su presidente, Lee Kun-hee. El "Steve Jobs surcoreano", como lo han presentado algunos medios, fue el hombre que transformó el grupo empresarial en un gigante mundial de la tecnología.
"Lee falleció el 25 de octubre acompañado por su familia, incluyendo al vicepresidente [e hijo de Lee Kun-hee] Jay Y. Lee", informó la compañía en un comunicado. El patriarca llevaba seis años postrado en la cama como consecuencia de un infarto. Tristemente, un nuevo ataque al corazón ha sido la causa del fallecimiento del empresario.
La revolución de Kun-hee
Kun-hee fue el responsable de convertir un negocio familiar en un productor de componentes electrónicos a nivel global. Desde que asumió la presidencia del grupo en 1993, el ejecutivo lideró la expansión internacional de la empresa hasta posicionarla como el mayor fabricante mundial de chips de memoria.
Se estima que por sí sola Samsung genera a día de hoy cerca del 20% del PIB de Corea del Sur. Además, gracias a su talento Kun-hee se convirtió en el hombre más rico del país. Según la revista Forbes, el dueño de Samsung llegó a acumular 20.900 millones de dólares y poseía el 20,7% de las acciones del conglomerado.