La última actualización del software de Tesla ha encendido las alarmas entre los reguladores. El programa Full-Self Driving (conducción autónoma total, en inglés) se presenta como la versión más acabada de conducción sin piloto, pero sigue requiriendo la atención constante de los conductores.
De ahí que la denominación de este sistema no guste a la autoridad estadounidense del tráfico. Según publica The Verge, esta organismo "monitorizará de cerca la nueva tecnología y no dudará en tomar acciones para proteger a la población frente a riesgos excesivos para la seguridad".
Tesla lanza una versión beta
La opción Full Self-Driving se ha puesto a prueba en EEUU en algunos vehículos de la compañía (Model S, Model X y Model 3), aunque no entrará en pleno funcionamiento hasta finales de 2020. Este software mejora la versión anterior del sistema Autopilot, instalado en todas las unidades del fabricante.
El programa reacciona a los semáforos, deteniéndose en un cruce cuando parpadea la luz roja y reanudando la circulación cuando se pone en verde. Además, puede esquivar obstáculos en el camino, como viandantes o ciclistas, y estacionar en un aparcamiento. Pero también tiene gajes: el conductor no puede soltar el volante en ningún momento del trayecto.
La engañifa de Elon Musk
El problema subrayado por los reguladores es que el nombre de la aplicación puede llevar a errores. Pese al entusiasmo de Elon Musk, Tesla no ha presentado todavía ningún modelo de conducción autónoma, sino más bien un asistente de conducción como los desarrollados por otras marcas. Solo ha elegido una denominación más espectacular para anunciar su lanzamiento.
De hecho, el propio sistema asegura que el vehículo "puede hacer algo incorrecto en el peor momento". "La conducción autónoma completa se encuentra en versión beta, por ahora tiene un acceso limitado y debe usarse con mucha precaución. Puede hacer algo incorrecto en el peor momento. No te confíes”, señala la compañía. Un reclamo que no se corresponde con las promesas de una versión definitiva de conducción sin control humano.