Donald Trump ha dado otro paso en su guerra personal contra Huawei. El presidente de los Estados Unidos ha prohibido la venta de microchips de alta gama a la multinacional china de telefonía.
El veto, que entrará en vigor el próximo septiembre, afectará a las firmas que suministran estos dispositivos electrónicos al gigante asiático. Entre estos, se encuentra la taiwanesa TSMC, que proporciona las piezas fundamentales para la cadena de montaje de los móviles de Huawei.
Críticas de la industria
Sin embargo, las nuevas restricciones de Trump no han sentado nada bien en la industria de microprocesadores. La Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA en inglés), que agrupa a fabricantes como Intel, Nvidia y Qualcomm, considera que la medida dejará atrás a Estados Unidos en la carrera por desarrollar el 5G, la generación de dispositivos móviles prevista para 2025.
"La nueva norma ha creado un incentivo estructural para empresas [como Huawei] para financiar el desarrollo y la producción de nuevos artículos comerciales por parte de competidores de compañías estadounidenses", afirman los desarrolladores en un comunicado. Asimismo, estas marcas consideran que las reglas aprobadas por la Casa Blanca son "vagas y crearán incertidumbre" entre las firmas del sector.
Huawei responde al bloqueo
La multinacional asiática lleva meses sorteando el bloqueo impuesto por Estados Unidos. De hecho, la tecnológica se ha visto obligada a desarrollar su propia galería de apps después de que se le impidiera acceder a las herramientas instalables creadas por Google.
El segundo fabricante mundial de teléfonos móviles intentará adaptarse al nuevo escenario o bien manufacturando "en casa" los componentes necesarios para ensamblar sus unidades o recurriendo a otros proveedores.