España es líder en Europa en el despliegue de fibra óptica, por delante de Francia, Alemania o Reino Unido. De hecho, la infraestructura española ha respondido de manera muy eficiente al brutal aumento de la demanda durante el estado de alarma y la crisis pandémica del Covid-19.
Los propios operadores han sacado pecho de ello, pero muchos expertos también. Sin embargo, si España quiere seguir siendo fuerte en esta carrera tecnológica tiene que empujar el despliegue de una red 5G. “Tenemos una excelente base en España para el despliegue del 5G. Estos meses han sido una experiencia muy valiosa y crucial para darnos cuenta de la importancia de la tecnología en áreas como la sanidad, la industria o los servicios enfocados en el propio consumidor”, confiesa a Crónica Global Federico Ruiz, responsable del Observatorio Nacional 5G.
Segundo Dividendo Digital
Pero para que estas nuevas redes sean una realidad en España es necesaria la liberación de la banda de 700 MHz, conocida como Segundo Dividendo Digital y la subasta de ese espectro entre los operadores. El Covid-19, sin embargo, frenó y congeló los planes iniciales del Gobierno. Pero ahora que la situación sanitaria está más controlada, los expertos insisten en reanudar estos proyectos cuanto antes. “El 2020 no es un año perdido en términos de 5G, sino que más bien el despliegue se reanudará influenciado por esta situación”, detalla Ruiz.
Por su parte, la vicepresidenta tercera de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, avanzaba ya a principios de mayo, en una comisión del Congreso, que espera poder tener "cuanto antes" un calendario para culminar este proceso.
Reactivación inmediata
Fuentes próximas a la vicepresidencia explican a este medio que, tras un parón de tres meses, el plan ahora es liberar el aspecto en el segundo semestre del año para “acabar el 2020 con las frecuencias liberadas” y así acometer la subasta de la red 5G “a principios del año próximo”.
“Los planes del Gobierno se mantienen y no hay ninguna intención de frenar la inversión. La digitalización es una prioridad que ahora cobra más importancia todavía. Además, algunos pilotos impulsados por el Ejecutivo verán la luz en las próximas semanas”, concluyen estos mismos interlocutores.
En este sentido, España encabeza el número de proyectos y pruebas piloto 5G en Europa, con 31 de las 233 iniciativas que se están llevando a cabo en total, una ventaja competitiva que debe mantenerse, también, en estos momentos.
La era pos Covid-19
La importancia de contar con una red 5G queda de manifiesto en el estudio Identification and quantification of key socio-economic data to support strategic planning for the introduction of 5G in Europe, realizado por la Comisión Europea. En este informe se estima que en diferentes sectores se obtendrán unos beneficios superiores a los 100.000 millones de euros anuales, así como una importante creación de empleo.
Además, el mundo pos Covid-19 va a ser más digital en todos los sentidos, con una nueva forma de trabajar, una industria más robotizada y la medicina a distancia como una solución y necesidad para descongestionar el sistema sanitario.
De hecho, los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas (ODS) reconocen el gran valor de las redes inteligentes y de alta capacidad para apoyar la digitalización de la sociedad y la economía en vistas a un desarrollo, tan necesario en situaciones excepcionales como la de ahora.
Un acelerador de varias industrias
Esta crisis sanitaria será un acelerador del modelo cloud, por lo que la necesidad de una conexión rápida, de alta capacidad y segura debe de multiplicarse a corto plazo Así, Ruiz subraya que, para el turismo, un sector tan clave para España, las conexiones 5G pueden convertirse en grandes aliadas.
En concreto, esta industria podría beneficiarse de utilidades como la traducción simultánea o el acceso a contenidos multimedia inmediatos que puedan ofrecer información adicional a lugares de interés, negocios o puntos de atracción turística. “Asia es una foto de lo que podría suceder dentro de un año en Europa. Con una red local inalámbrica, una baja latencia y un gran ancho de banda se pueden hacer muchísimas cosas”, concluye Ruiz.