¿Comprarías una casa o alquilarías una oficina sin haberla visto antes? El coronavirus ha tenido a todo el mundo encerrado, por lo que las visitas físicas y presenciales para ver inmuebles, en venta o en alquiler, ha sido imposible. Por ello, la tecnología se ha vuelto una gran aliada de las inmobiliarias españolas.
En este caso, los tours o visitas virtuales han ayudado a algunas empresas a cerrar operaciones pese a la inactividad de los últimos dos meses. “Hace cinco años vi la solución de realidad virtual de Matterport en un congreso en Estados Unidos y me di cuenta de que era el futuro”, confiesa Miguel González, CEO de Mipiso.com, a Crónica Global.
Una solución que toma fuerza
De hecho, González ha vendido más de una docena de inmuebles a través de este sistema y hace escasos días ha cerrado una operación --100% virtual-- con un cliente de París. “Tengo en mi cartera más de 200 viviendas que pueden visitarse de forma virtual en la actualidad”, detalla.
Entre los beneficios que pone de relieve González destaca una alta calidad 4K, así como la posibilidad de ver los planos en 2D, pudiendo incluso medir distancias, y la vivienda en 3D con un ángulo de visión de 360 grados. “Con los tours virtuales, las videovisitas y las firmas digitales es posible hacer el 75% del trabajo”, asegura.
Un sector muy presencial
Según este empresario, la tecnología en el ámbito inmobiliario se conocía, pero no se usaba. “Es todavía un sector muy tradicional que en dos meses ha avanzado más que en tres o cuatro años. Antes era impensable que un comercial tuviese una conversación o reunión por videollamada”, explica.
Asimismo, Rubén Galcerán, director Office Intelligence en CBRE España, detalla que los activos que han dispuesto de tours virtuales se han comportado mucho mejor durante la cuarentena. “Las operaciones que estaban en marcha y avanzadas, con estos recursos se han mantenido. Además, de todas las visitas a activos en Europa con soluciones multimedia, España acumula el 50%. La visita física siempre va a estar en la mente de muchos, pero ahora se ha dado un empujón tecnológico tremendo”, remarca.
Sin embargo, Galcerán matiza que en el ámbito de las oficinas, cerrar el alquiler de espacios sólo con tours virtuales es un poco más complicado. “Las empresas se muestran más rezagadas a pesar de que es cada vez más habitual que las inmobiliarias cuenten con estas herramientas”, añade.
Avances pendientes
Además, en España todavía se requiere una firma ante notario para dar por concluida una venta. Los compradores extranjeros pueden apoderar a alguien, pero ese paso sigue siendo necesario. No obstante, tal y como recuerda Ramón Riera, presidente de la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias, en otros países sí es posible concluir una operación con firma digital, sin necesidad de ningún encuentro físico. “Hemos dado un paso de gigante ahora, pero seguimos estando un poco lejos con respecto a otros países”, señala.
Y junto con las inmobiliarias, los clientes también están abriendo su mente. Ahora se muestran más receptivos a la hora de hacer, por ejemplo, reservas en remoto. “Algunas personas no quieren esperar y la tecnología nos permite una acercamiento, e incluso poder interactuar, con los clientes. Yo mismo he cerrado una operación con unos clientes de Bilbao sin ver el piso. Lo que pasa es que en España el sistema inmobiliario todavía está muy enfocado en el contacto personal con el cliente y la decisión última todavía pasa, en mucha ocasiones, por una visita física al inmueble”, concluye Riera.