Cuando el río suena, agua lleva. El refranero español pocas veces se equivoca y el caso del Mobile Wold Congress 2020 de Barcelona es un buen ejemplo de ello. Desde que LG Electronics anunciase su baja de la feria, el número de anulaciones no había hecho más que escalar.
La presión para GSMA, la organizadora del evento, había rozado ya niveles insostenibles tras la retirada de grandes telecos, como Vodafone y Deutsche Telekom, que están representadas en su propia junta. Aunque GSMA había mantenido el tipo los primeros días de huidas, e insistía en seguir el calendario previsto, la desbandada de grandes marcas y la posibilidad de que se produjese algún caso de coronavirus han superado a la organización. Por ello, este miércoles se daba portazo a tantos días de rumores con la cancelación definitiva del congreso.
Próximos trabajos
Pero ¿qué pasa ahora? Pues tal y como apunta GSMA en su comunicado, dado que la edición de este año ya no se va a celebrar, tocará trabajar en el Mobile World Congress de 2021 y en “futuras ediciones”, lo que podría abrir la puerta a una prórroga en Barcelona más allá del 2023, cuando cesa el contrato actual. ¿Podría GSMA indemnizar así a las administraciones catalanas? Todo es posible, aunque el consejero delegado de la organizadora, John Hoffman, asegurase que todavía no era algo que le preocupara.
Pero junto al contrato con las administraciones, GSMA también tiene un compromiso con Fira Barcelona y con las marcas asistentes.
Indemnizaciones
¿Qué pasa ahora con los expositores o empresas que mantenían su asistencia al Mobile? Mientras varios gigantes apostaban por ausentarse, lo que podría llevar a que estas empresas asumiesen, al menos, el coste de la reserva de los espacios contratados --el 50%--, si ahora la organizadora cancela, podrían pedir una indemnización, al igual que las firmas que habían apostado fuerte por el congreso desde un primer momento.
Aunque la organizadora del evento no ha querido dar detalles sobre si existe un seguro o póliza de cancelación que pueda cubrir este tipo de situaciones, la verdad es que sin la solicitud o recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), o de las autoridades correspondientes, de no celebrar el evento, imponer cuarentenas, o restringir los movimientos de los asistentes, la causa de su decisión puede que no quede del todo justificada.
Responsabilidad civil
No obstante, un seguro de responsabilidad civil al menos tiene que haber, "pero éste es para daños a terceros, es decir, por si se rompe una pierna una persona que resbala en el Mobile o hay una emergencia con heridos”, explican fuentes del sector asegurador a Crónica Global. Desde la propia industria tencológica advierten que "GSMA tendrá que pelearse expositor por expositor", ya que hay muchas cláusulas en el contrato un tanto difusas. Así, si el motivo de la cancelación no es de peso, sino por precaución, eso podría dificultar las cosas.
El presidente de la Asociación Catalana de Corredores de Seguros (Acca, en sus siglas en catalán), Paco Hoya, recuerda que, dependiendo de las cláusulas que haya pactado GSMA con los expositores, los que no se bajaron del Mobile podrían presentar una demanda por responsabilidad civil contra los organizadores. "Una práctica muy habitual en Estados Unidos", alerta.
Pese a todo, en última instancia depende de los contratos y de lo que haya pactado GSMA con cada uno de los participantes del congreso. "Este tipo de eventos tienen unos seguros de contingencias", señala Hoya, que permiten pactar en qué casos quedan excluidos o cubiertos. "El Mobile puede decir que la OMS --quien decretó el estado de alerta global por el coronavirus-- es un organismo de prestigio" y de esta manera cubrirse las espaldas por la cancelación.