Imagen de una obra de Manel Esclusa

Imagen de una obra de Manel Esclusa Cedida

Creación

La insólita Barcelona de Manel Esclusa

El Arxiu Fotogràfic de Barcelona dedica una exposición a Manel Esclusa, uno de los autores más innovadores de la fotografía catalana del siglo XX

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Manel Esclusa (Vic, Barcelona, 1952) lleva décadas experimentando con la luz y la sombra. Escudriñando la oscuridad en busca de aquello que no se ve, que otros no alcanzan a ver.

Hijo de fotógrafo, aprendió el oficio siendo un niño, y gracias a una beca de la Dotació d’Art Castellbach pudo asistir a los cursos y talleres impartidos por Lucien Clergue, Ansel Adams, Denis Brihat y Jean Dieuzaide en los Encuentros Internacionales de Fotografía de Arlés

En 1976 fundó, junto a Joan Fontcuberta, Pere Formiguera y Miguel Navarro, el Grupo Alabern para reivindicar el reconocimiento de la fotografía  creativa, o de autor, como un arte autónomo y legítimo.

El colectivo, al que se incorporaron poco después Koldo Chamorro, Toni Catany y Mariano Zuzunaga, nació también con la finalidad de aunar esfuerzos con el fin de promocionar su obra mediante exposiciones y  publicaciones especializadas. 

Al igual que ocurría en otros países europeos, la nueva generación de fotógrafos comprendió que para consolidar esta nueva mirada, y alcanzar sus aspiraciones, era preciso generar una estrategia de mercado y, además, lograr la implicación y el reconocimiento del ámbito institucional.

El arduo camino hacia la legitimación artística de la fotografía comenzó a tomar impulso en 1980, con las Jornadas Catalanas de Fotografía en la Fundación Joan Miró, y culminó en 1982 con la celebración de la primera edición de la Primavera Fotográfica en Barcelona. 

Dos series emblemáticas

Esclusa fue un miembro activo de este movimiento transformador, consolidándose como uno de los autores más originales e innovadores de su generación. En 1988 y 1992 participó en dos proyectos colectivos diferentes sobre la capital catalana, ambos fueron presentados en el Palau de la Virreina.

Primero con Barcelona, ciutat imaginada, un encargo del Área de Cultura del Ayuntamiento sobre nuevas formas de representar los espacios públicos. Después vendría Mar de vitrines, un trabajo sobre los museos barceloneses. Más de tres décadas después, estas fotografías siguen manteniendo la potencia y el espíritu poético y evocador que caracteriza toda su obra. 

Imagen de la muestra sobre Manel Esclusa

Imagen de la muestra sobre Manel Esclusa Cedida

Comisariada por Montserrat Ruiz, la muestra Manel Esclusa. Las formas que mueven la existencia (en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona hasta el próximo 28 de septiembre) recupera estas dos series emblemáticas y lo hace con motivo de la reapertura de la sala de exposiciones de la equipación catalana ahora renovada.

Barcelona insólita

En una entrevista en 2015 con Laura Sangrá para TV3, a propósito de una exposición en la Galería Eude, Esclusa explicaba que así como un escritor se enfrenta a un folio en blanco y escribe en negro, su planteamiento era justo el contrario, trabajar sobre una superficie negra donde se escribe en blanco, se escribe con luz.

El gran poeta Joan Brossa ya advirtió su habilidad en el uso de las luces y las sombras para revelar lo invisible. “Señoras y señores: la luz trabaja, le gusta inventar maneras y encontrar estilos inusuales de mostrar las formas que mueven la existencia”, decía. 

Imagen de la muestra sobre Manel Esclusa

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Bajo esta premisa, y con la oscuridad como elemento principal de sus imágenes, para Barcelona, ciutat imaginada, una serie de 54 fotografías en blanco y negro, Esclusa exploró de noche la ciudad, “experimentando sobre las relaciones entre la luz, la oscuridad y el gesto, tres características de su praxis fotográfica, dando lugar a unas fotografías de una estética visual de gran impacto”, sostienen los organizadores.

Así, en el recorrido de la muestra descubrimos visiones inéditas, poéticas, muy sugerentes de Barcelona. Imágenes donde la ausencia de color y la abstracción de las sombras invitan a imaginar otros posibles paisajes.

Fotógrafos y museos

Las 5 fotografías de gran formato de la serie Mar de vitrines, formaron parte de Musa Museu. Fotógrafos contemporáneos en los museos de Barcelona. Una exposición colectiva, comisariada por David Balsells, de la Primavera Fotográfica del año 1992.

Además del propio Manel Esclusa, participaron Joan Fontcuberta, Pere Formiguera, Humberto Rivas, Manuel Serra, Jordi Guillumet, Javier Vallhonrat, Paul den Hollander, Tony Catany, Gabriele Basilico, Toni Cumella, Ferran Freixa, Mimmo Jodice, Christian Milovanoff y Valentín Vallhonrat.

Todos y cada uno de ellos aportó su particular mirada sobre los museos barceloneses en la que fue una de las citas imprescindibles de aquella edición histórica del festival. “La diversidad de autores y de escenarios dio lugar a creaciones muy heterogéneas, donde la práctica artística de cada fotógrafo estaba bien presente”. 

Imagen de una muestra sobre Manel Esclusa

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En esta ocasión, el vicense trabajé en el Museo Marítimo fotografiando maquetas de barcos atrapadas en las vitrinas. Su peculiar mirada los libera y los convierte en protagonistas de una “nueva realidad ficticia”. 

Precisamente, con motivo de la exposición del Arxiu Fotogràfic, el Ayuntamiento de Barcelona y Lunwerg Editores han reeditado el catálogo de Musa Museu. Fotógrafos contemporáneos en los museos de Barcelona.

La nueva edición cuenta con textos de David Balsells, Marta Montmany, Martí Peran y Oriol Gual. Es, en cierto modo, un merecido homenaje a esta extraordinaria generación de autores, unidos por su enfoque creativo y su preocupación por la expresión, que trajeron una bocanada de aire fresco en una época en la que la fotografía se asfixiaba en el anquilosado contexto cultural del franquismo