El doblaje español ha torcido el brazo a la inteligencia artificial (IA). Tras meses de lucha y reivindicaciones, el sector ha logrado que las distribuidoras se comprometan a incluir en los contratos de cesión de voz cláusulas anti-IA; esto es, que se fije por escrito que los trabajos de los actores y las actrices se emplearán en exclusiva para los fines requeridos y en ningún caso para entrenar algoritmos.

Las voces críticas con el uso de la IA sin regulación (en especial, en el mundo del arte) comenzaron hace meses. En el caso del doblaje, los actores y actrices exigieron el pasado 1 de enero una cláusula en los contratos que indicase que sus trabajos no se cederán para entrenar o alimentar una inteligencia artificial. Las conversaciones entre las partes se demoraron más de lo previsto, pero han llegado a buen puerto, bien que queda algún fleco suelto.

Tres escenarios

La cláusula existe desde mayo del 2023, cuando la redactó la Plataforma de Asociaciones y Sindicatos de Artistas de Voz de España (Pasave). Pero ante la vaga respuesta de las distribuidoras, los actores y las actrices de voz se unieron para forzar esta disposición en sus acuerdos laborales, con amenazas incluso de dejar proyectos a medias. Ahora, un año después, el pulso ha dado sus frutos, aunque con algunas diferencias todavía.

Hoy por hoy, según fuentes del sector, se dan tres situaciones: distribuidoras que añadieron la cláusula anti-IA de Pasave, entre las que se encuentran RTVE, TV3, ETB, Pokémon y Movistar Plus; las que han redactado una cláusula distinta, pero aceptada por todas las partes, como Lego, Sony, Netflix y Riot Games; y las que, mientras incluyen una disposición que convenza a todos, han añadido una “cláusula compromiso”, como Amazon, Warner, Paramount, Disney y Apple.

Entrenar emociones

Aun así, todavía hay una distribuidora que no se encuadra en ninguna de estas opciones, y con la que desde el sector confían en llegar pronto a un acuerdo, sin dar más detalles. De todos modos, muchas de estas empresas han participado en la mesa de negociación entre las partes, mientras otras han incluido directamente las cláusulas que blindan el buen uso de la IA en el doblaje español.

El sector levantó las orejas en señal de alarma hace meses cuando, de manera velada, se comenzó a pedir a algunos locutores, actores y actrices que entrenasen modelos de voz, que entrenasen emociones, lo que en la práctica suponía la erradicación de los humanos en este proceso creativo. De hecho, ya se ha doblado alguna película con IA, sin demasiado éxito. Esa puerta se cierra ahora.

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