Joan Sánchez sería la definición literal de culo inquieto, esa persona curiosa y dinámica que siempre está buscando algo nuevo que hacer o explorar. Así que, cuando hace cinco años decidió vender su farmacia del Eixample y mudarse con su mujer a Vic para iniciar una nueva etapa lejos del bullicio de la ciudad y poder hacer “todo lo que no había podido hacer en la vida hasta entonces”, se apuntó a clases de inglés y a un cursillo de literatura, entre otras muchas cosas.
“Fue allí donde me entraron ganas de escribir una novela”, explica este farmacéutico jubilado, que acaba de publicar La tercera oportunitat d’en Sergi (Ediconex, 2024), un thriller psicológico ambientado entre Vic, el sur de Francia y París. “El tema de la novela lo tenía claro desde hacía tiempo: la prevaricación de los jueces, un tema muy actual, que siempre me ha preocupado”, explica Sánchez desde una cafetería del centro de Barcelona, donde vuelve a residir después de cuatro años en la ciudad ausetana.
Un asesinato por error
La novela está protagonizada por Sergi, un hombre de cuarenta y pocos años, técnico electrónico, que quedará trastocado mentalmente después de vivir el asesinato “por error” de su esposa embarazada en manos de una banda de narcotraficantes a quienes, para su sorpresa, el juez dejará en libertad. Empujado por la sed de venganza, Sergi intentará poner justicia a su manera y a la vez retomar las riendas de su vida, marcada por una concatenación de casualidades que no solo harán que la trama se complique, sino que forzarán al protagonista a reencontrarse con personas importantes de su pasado y enfrentarse a los grandes temas de la existencia humana: el amor, la paternidad, el odio, la venganza, el sufrimiento y la valentía.
“Siempre me han fascinado las coincidencias, creo que el azar puede cambiar una vida”, comenta Sánchez, admitiendo que él mismo se hizo farmacéutico un poco por casualidad. “Si no hubiera encontrado un trabajo de verano en un laboratorio cuando hacía BUP, nunca se me hubiera ocurrido estudiar Farmacia”, explica.
Homenaje a libros y autores
Lector empedernido desde niño, Sánchez aprovecha la novela para hacer un homenaje a los libros y autores que más le han impactado, empezando por las citas que preceden el prólogo de la obra. La primera es de Honoré de Balzac: “Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia”. La segunda es del escritor estadounidense Arthur Golden, famoso por el best-seller Memorias de una geisha: “La adversidad es como un fuerte viento que nos arranca todo menos las cosas que no pueden ser arrancadas. En ella nos vemos como realmente somos”.
“Quería explicar unas relaciones humanas complicadas y ponerlas al límite, empujadas por la ficción”, aclara. Todos sus personajes son cambiantes, excepto quizá los más jóvenes: “Los niños mantienen una visión más lineal de lo que ocurre, son los más coherentes”, añade.
La comunicación padre-hijo
El autor, padre de un hijo de cuarenta y pocos años en la vida real, indaga también en tabúes masculinos como la paternidad frustrada o la dificultad para comunicarse con los hijos.
“A través de la figura del hijo desconocido del protagonista, el autor nos enseña la conducta necesaria para vivir una vida estable, una vida en paz y en libertad. Su cosmovisión, su manera de ver el mundo”, observa en el prólogo el editor de la novela, Josep Lluís Benet. Una de las escenas más entrañables del libro narra cómo un padre opta por recurrir a un texto de Natalie Ginzburg para explicarle a su hijo un tema trascendental; este le reprocha que no vaya al grano.
Laberinto emocional
“Me gusta explorar, dejarme llevar por el texto”, opina Sánchez, que se considera un autor “anárquico”: “Creo que la gracia de escribir una novela está en la libertad que te proporciona la escritura”.
Según Benet, Sánchez no se limita a describir unos hechos siniestros, sino que va “más allá”. “Joan profundiza en las entretelas del alma humana para tratar de encontrar en el fondo del laberinto emocional de la persona la causa de las acciones del protagonista”, añade el editor y psicólogo clínico barcelonés al mando de Ediconex (ahora Pinsà edicions), la editorial de Conex. Fundada en 1984, Conex es una asociación sin ánimo de lucro ubicada en Barcelona que tiene como objetivo promover el envejecimiento activo y la motivación de las personas para que pongan al servicio de quien lo necesite, de forma altruista, los conocimientos y experiencia acumulados.
Siempre activos
“Soy un gran defensor de la cultura del esfuerzo, creo que si uno pone el empeño necesario puede hacer realidad su proyecto”, añade Sánchez, animando a otros jubilados a que no tengan miedo a probar cosas nuevas en esta nueva etapa vital. Él mismo se encuentra ahora trabajando en su próximo libro, un ensayo sobre el déficit de mujeres en el campo de las ciencias y la tecnología.
“Leí una biografía de Rosalind Franklin, la científica que descubrió la estructura del ADN, pero que nunca vio reconocido su trabajo, y me quedé impactado”, explica. Fueron los doctores James Watson y Francis Crick, colegas profesionales de Franklin, quienes más adelante emplearon las imágenes y parte de las deducciones que había conseguido esta para revelar en un artículo la conocida estructura del ADN, un polímero de doble hélice, y ganaron el Premio Nobel de Medicina. “Cuando concedieron el Nobel a Watson y Crick no hicieron ni una sola mención a Rosalind sobre el descubrimiento del ADN. Una discriminación absoluta, teniendo en cuenta, además, que ella no lo podría recibir, porque ya había fallecido”, observa Sánchez. Y añade: “Desde entonces ha cambiado mucho la situación, pero aún hoy sigue habiendo un gran déficit de mujeres en las STEM”.