Una de las primeras cosas que le explicarán con orgullo a un turista con niños cuando entre en una librería de Glasgow es que en esta ciudad escocesa fue donde la autora inglesa Julia Donaldson (Londres, 1948) escribió El Grúfalo. Con más de 11 millones de copias vendidas en todo el mundo y traducido a 107 idiomas, El Grúfalo es hoy el segundo libro infantil más vendido de la historia, solo por detrás de El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, publicado en 1943, y tiene todo el derecho del mundo a celebrar por todo lo alto su 25 aniversario.
“Cuesta creer que El Grúfalo tenga ya un cuarto de siglo. No me extraña que hoy algunos padres me digan que recuerdan cuando les leían el libro de pequeños. Aunque eso me haga sentir vieja, en realidad es estupendo saber que hay familias de todo el mundo compartiendo esta historia, que hay adultos poniendo voces diferentes para entretener a sus hijos mientras la leen en voz alta”, explica Donaldson en comunicado de prensa emitido por la editorial Macmillan en honor al 25 aniversario de la publicación.
Un ratón, tres depredadores
La historia tiene como protagonista a un ratoncito que se dispone a dar un paseo por el bosque en busca de nueces y por el camino tropieza con tres depredadores que se lo quieren zampar: un zorro, un búho y una serpiente. Para asustarlos, el roedor se inventa que ha quedado en ese mismo sitio para almorzar/cenar/merendar con su amigo Grúfalo –un monstruo temible, de “colmillos terribles”, “dientes terribles” y “terrible boca”–, y que precisamente su comida favorita es algún plato hecho con el depredador en cuestión.
Al escuchar al ratón, los depredadores huyen, muertos de miedo, y él sigue su camino hasta que se encuentra cara a cara con su propia creación, el Grúfalo. Su nuevo reto será convencerlo de que él es el más valiente del bosque y que todos los animales le temen.
Mentiras o capacidad intelectual
“No pretendo ser didáctica, pero probablemente mis historias no serían buenas historias si fueran sólo aventuras. Me gusta pensar que tengo buenos principios morales”, reconoció Donaldson en una entrevista con el diario británico The Independent. A pesar de que, en el caso de El Grúfalo, algunos la criticaron por animar a los niños a contar mentiras cuando están en apuros, en realidad es una historia “sobre el uso del cerebro por encima de la fuerza. Por suerte, todos los demás animales son muy estúpidos, o no funcionaría”, explicó la autora en la misma entrevista.
Escrito en verso, El Grúfalo está inspirado en una fábula tradicional china protagonizada por una niña que escapa de la muerte convenciendo a un tigre de que ella es la reina del bosque. Sin embargo, cuando Donaldson se dispuso a escribirlo en inglés, se dio cuenta de que la palabra tigre (tiger) era muy complicada de rimar, así que decidió cambiar el nombre de la bestia por uno que acabase en “oh” (Gruffalo).
Parte de la vida
El resultado fue un acierto. Hoy, miles de niños son capaces de reconocer el característico monstruo, obra del ilustrador alemán Axel Scheffer, en tazas, peluches, zapatillas y todo tipo de merchandising. Tras el éxito de Grúfalo, Scheffer y Donaldson han colaborado en diversos libros infantiles, como El hombre palo, ¡Cómo mola tu escoba! y El caracol y la ballena.
“Siempre es un gran placer encontrarme con niños en las firmas de libros y oír lo mucho que les gusta el Grúfalo y su mundo. De una forma u otra, el Grúfalo forma parte de su día a día, ya que los personajes han pasado de los libros a la televisión, al teatro y a diversos productos. El Grúfalo es una parte importante de su vida cotidiana, como lo es de la mía”, dijo el ilustrador alemán a Macmillan.
La inteligencia sobre la fuerza
Galardonada con el premio Children's Laureate 2011-2013 y autora de más de un centenar de libros, Donaldson es en la actualidad una de las autoras infantiles más reconocidas del mundo, aunque su libro más conocido sigue siendo El Grúfalo, que escribió mientras residía en Glasgow, donde su marido era profesor universitario.
El Grúfalo no solo ha superado el reto que supone convertir en un best-seller mundial un libro infantil escrito en verso y adaptarlo al idioma y cultura de cada país (en la versión alemana, “zorro asado” se convierte en “fuchsspieß” –“brocheta de zorro”–, mientras que el traductor japonés convirtió el “revoltillo de serpiente” en “kabayaki de serpiente”, adaptando un plato tradicional de pescado a la parrilla, y en la versión francesa es “crème de serpent”), sino que se ha convertido en un referente para transmitir a los niños un valor tan universal como el triunfo de la inteligencia sobre la fuerza.