Sonsoles Ónega se ha convertido en la ganadora del Premio Planeta con su novela Las hijas de la criada. Y Alfonso Goizueta, con La sangre del padre, ha sido el finalista. Dos escritores que han conseguido convencer a un jurado en una edición de récord.
La famosa presentadora de televisión, hija del famoso periodista Fernando Ónega, de quien dice haberse acordado "todo el rato", confirma así que está en su mejor año. Después de fichar por las tardes de Antena 3, en esta nueva temporada le ha arrebatado el liderazgo a una de sus mentoras en Telecinco, Ana Rosa Quintana.
Historia y empresa
Yendo a lo literario, la periodista se ha alzado con uno de los premios más reputados de la literatura hispanoamericana, gracias a una novela que habla de su Galicia natal. "Arranca en Galicia en 1900, la Galicia que construyó su imperio en una lata", subraya. Y es que la historia habla de varias mujeres que se dedicaron al negocio de las conservas.
El relato atraviesa los dos primeros tercios del siglo XX y viaja de España a Cuba varias veces para seguir la historia de unas mujeres luchadoras y emprendedoras. A pesar de todo, hay mucho más, adelanta. "Hay un sustrato que me sigue en todas las novelas, que es el destino", el qué hubiera pasado si. "Arranca con una venganza cruel que rasga las vidas de las protagonistas", pero a pesar de todo "es una novela de mujeres valientes", matiza con ímpetu.
Verdad mediática
Asegura que es una novela de amor, también, pero también de búsqueda de la verdad. Un hecho que tiene mucho que ver con su profesión. Un trabajo que la emparenta con otra protagonista de estos premios.
Ónega se suma así a otra presentadora mediática en ganar un Planeta. En 2020, Sandra Barneda se convirtió en la finalista de este preciado galardón con Un océano para llegar a ti.
Emoción a flor de piel
Ónega no ha tardado en hacer referencia a su profesión. Tras reconocer que le temblaba la voz, indicó: “pensaba que había hecho los directos más difíciles, pero les confieso que es este”. Se ha notado.
Tras un atril por el que apenas se veía su rostro, la flamante ganadora del Premio Planeta ha reconocido que se ha “presentado a todos los premios habidos y por haber”. “Los he perdido todos, menos este”, añadía. Eso le ha llevado su tiempo. Un tiempo que le ha costado compaginar con la tarea de ser madre. Así lo ha dejado entrever cuando dedicó el galardón “a las escritoras con hijos y a los hijos de las escritoras”, mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.
La edad del finalista
La popularidad de la ganadora ha eclipsado un poco otro dato relevante que sucede siempre en la noche de santa Teresa. El finalista del Planeta es uno de los más jóvenes en llevarse este apreciadísimo galardón.
Si el protagonista de su novela, La sangre del padre, se puso al frente del imperio macedonio con tan solo 20 años, este literato se ha llevado este premio con 23. Una hazaña que ni él mismo se creía.
Una historia 'magna' y pandémica
“Empezar una carrera así es un honor que no me esperaba”, dijo nada más subir al escenario. Su libro relata la historia de Alejandro Magno desde su nacimiento hasta la batalla de Persia, “pero más allá de la intriga y la política se centra en ese viaje iniciático en el que se enamora y cambia su concepción de la amistad y del amor” matiza.
A pesar de su juventud, el literato ya tiene dos novelas más en su haber, también de corte histórico: Los últimos de Castilla y Limitando el poder. En la primera, desmitifica a Fernando el Católico y sus nietos, en la segunda, analiza los últimos años del orden del siglo XIX centrándose en figuras como von Bismarck y Lord Salisbury. La de Alejandro Magno, puede consagrarle. Todo gracias al Covid. Y es que admite que ésta es “una novela de pandemia”, que más habla mucho más de este mito histórico. “Todos podemos vernos reflejado con este Alejandro”, alega, “porque partió de su casa buscándose a sí mismo”, como lo han hecho tantas personas a lo largo de los siglos.
La velada del año
Todo esto se ha sucedido en la 72 edición de este galardón que se entrega durante cena de gala celebrada en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) de Barcelona. Allí un año más se ha juntado lo más granado de la literatura hispanoamericana y del mundo editorial para celebrar la noche más literaria de la capital catalana.
Si siempre durante la velada empiezan a sonar nombres, pero tratan de guardar discreción, algo sobrevolaba el ambiente. A medida que se han ido conociendo las votaciones iniciales del jurado, había comentarios, gritos de excitación al nombrar la novela de Gabriela Monte, pseudónimo con el que se ha presentado Sonsoles. Todo estaba más que claro. Los aplausos al conocerse de forma pública su nombre han sido atronadores. Los comentarios de la crítica especializada han quedado silenciados.
Números históricos
Esta ceremonia ha tenido un carácter muy especial. Los responsables del Planeta han recalcado su orgullo de que este año se hayan batido todos los récords de participación. Hasta 1.129 textos se han enviado para ser leídos y reconocidos.
A los 482 textos enviados desde España y los 438 de toda Latinoamérica se les suman los 20 procedentes de una decena de países de Europa y uno de Marruecos. Eso sin contar los 188 que no especifican su procedencia.
Jurado
Al final han sido sólo dos los que se han llevado las menciones. Y el dinero. Y es que el Premio Planeta sigue siendo el galardón mejor remunerado de las letras hispanas. El finalista obtiene 200.000 euros y el ganador, un millón.
Con estos números en juego, se puede decir que el jurado formado por José Manuel Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Belén López, directora de Editorial Planeta y secretaria del Jurado, no lo ha tenido fácil.
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