Tina Modotti: la fotógrafa activista

Tina Modotti (Údine, Italia, 1896-Ciudad de México, 1942) fue inmigrante en Estados Unidos, estrella de Hollywood en el ocaso del cine mudo, modelo, pionera del fotoperiodismo social y fotógrafa visionaria, amiga de Frida Kahlo y amante de Diego Rivera, espía, enfermera de la Pasionaria durante la Guerra Civil y sobre todo una convencida militante antifascista.

Hombres leyendo 'El Machete', de Tina Modotti Archivo de Fundación Televisa

Su breve pero intensa vida (murió con tan solo 46 años) transcurrió por algunos de los acontecimientos históricos más importantes de las décadas de 1920 y 1930. A su muerte dejó un legado de apenas 400 fotografías. Un corpus fotográfico difícil de catalogar debido a su convulsa biografía.

“Su vida nómada y su agitada militancia política provocaron que en múltiples ocasiones abandonara de forma repentina los países en los que vivió, lo que de entrada descontextualiza y desordena su producción, imposibilitando datar con exactitud numerosas imágenes (si bien sabemos con certeza que casi todas se producen en ocho años, entre 1923 y 1930)”, apunta Isabel Tejada, catedrática de Bellas Artes en la Universidad de Murcia y comisaria de la muestra.

'Hombre con madero' de Tina Modotti Colección y Archivo de Fundación Televisa

Aun así, pese a su brevísima carrera como fotógrafa, su obra, de estética contundente y cargada de simbolismo, resulta fundamental para entender las reivindicaciones sociales de América Latina, especialmente en México. 

La exposición del Centro KBr de Barcelona, la más completa que se ha realizado hasta la fecha sobre la autora, brinda la oportunidad de redescubrir el trabajo de una de las figuras más influyentes de la fotografía latinoamericana del siglo XX. 

De cliché hollywoodiense a revolucionaria

Nacida en el norte de Italia, Modotti creció en un hogar humilde junto a sus seis hermanos. A los 16 años se embarcó sola rumbo a Estados Unidos para reunirse con su padre que había emigrado a San Francisco en busca de una vida mejor. En aquella ciudad, vibrante y luminosa, desempeñó diversos trabajos y también se subió por primera vez a un escenario. En 1915, conoció al poeta Roubaix de l’Abrie Richey, conocido como Robo, que acabaría convirtiéndose en su marido.

Este la introdujo en Hollywood donde consiguió papeles protagonistas en películas comerciales como The Tiger’s Coat (1920), del director Roy Clements o Riding with Death (1921), de Jacques Jaccard. También, gracias a él, comenzó a frecuentar los círculos artísticos independientes de Los Ángeles donde su trayectoria se cruzó con la del fotógrafo estadounidense Edward Weston, casado y padre de cuatro hijos. Pese a ello, se convirtió en su amante y su mentor.

'Canana, hoz y guitarra', de Tina Modotti Colección y Archivo de Fundación Televisa

Tras la inesperada muerte de Robo, y con la necesidad de librarse del cliché hollywoodiense de latina exótica, se fueron juntos a México. Weston regresó a Estados Unidos cuatro años después, pero Tina, fascinada por la belleza y la vitalidad creativa del país de acogida, encontró allí el escenario perfecto donde desarrollar su militancia política y su talento creativo. La fotografía se convirtió para ella en la herramienta perfecta para sintetizar en imágenes sus ideas, su ideal de belleza y, sobre todo, su modo de ver y entender la vida.

Revolución, crimen e intrigas

Durante la etapa mexicana, transcurrida entre 1923 y 1930, realizó toda su obra fotográfica. Eran los años posteriores a la Revolución de 1917 y el país estaba inmerso en una profunda transformación política y social encabezada por el presidente Álvaro Obregón Salido. “Modotti inicia una metamorfosis que pasa de un modelo de mujer bajo la mirada masculina a otro que la identifica como una ciudadana social y políticamente activa, comprometida con la justicia social y con el arte (la fotografía)”, sostiene Eva M. Vives, coordinadora de la exposición. 

'Manos de mujer lavando ropa', de Tina Modotti Colección y Archivo de Fundación Televisa

En paralelo a su trabajo fotográfico y sus colaboraciones en el periódico de izquierdas El Machete, su compromiso político se fue agudizando y en 1927 se afilió al Partido Comunista. Entabló amistad con Diego Rivera, José Clemente Orozco y con una jovencísima Frida Kahlo, llegando a convertirse prácticamente en la “fotógrafa oficial” de los muralistas. Su vida dio un vuelco cuando su nuevo amante, el líder comunista cubano Julio Antonio Mella, fue asesinado mientras paseaban juntos por la calle. Modotti fue falsamente acusada del crimen, y, aunque finalmente quedó exculpada, deportada. 

Su huella en España

Tras vivir en el Berlín de la República de Weimar y en la Unión Soviética, llegó a España en 1934 como miembro del Socorro Rojo (un organismo social internacional creado en 1922 por la Internacional Comunista). Bajo el pseudónimo de María, trabajó en el hospital de Maudes del madrileño barrio de Cuatro Caminos. Cuentan que durante la Guerra Civil, cuidó de la mismísima Pasionaria cuando estuvo ingresada por tuberculosis. 

'Rosas', de Tina Modotti Colección y Archivo de Fundación Televisa

Su estancia aquí transcurrió entre labores humanitarias y actividades políticas y de propaganda del partido. No existe rastro de fotografías suyas realizadas en España, afirma Isabel Tejeda, “aunque queda la duda, si tres de las 17 fotografías que aparecen en Viento del Pueblo, poesía en la guerra de Miguel Hernández, publicado en Valencia en 1937 por Ediciones Socorro Rojo, pudieran ser atribuidas a la artista”.  

"En el corazón de la tormenta"

Al finalizar la guerra, regresó a México donde el 5 de enero de 1942 murió de un infarto mientras regresaba en taxi a casa tras cenar con unos amigos. Para la comisaria, Modotti “habitó durante casi toda su existencia en el corazón de la tormenta”. Esta frase, que bien podría resumir su epitafio, condensa la esencia de su agitada y extraordinaria vida. A su muerte, su amigo Pablo Neruda le dedicó el siguiente poema: “Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes. Tal vez tu corazón oye crecer la rosa de ayer, la nueva rosa. Descansa dulcemente hermana”.