Rocío Santa Cruz (La Coruña, 1967) pertenece a esa casta de editores que considera un privilegio trabajar, mano a mano, con los talleres, con los artesanos, con las ideas, con los autores, con los artistas. Tejiendo relaciones cercanas, muy intensas. Una suerte de pequeña familia construida en torno al arte.
Es su manera de entender la profesión, como la ejercían los marchantes de antes. Por eso lamenta que ahora se hable “más de mercado que de arte”. No es de extrañar que Daniel-Henri Kahnweiler, el mítico editor y galerista de Picasso, siga siendo su gran referente. “Me siento muy editora”, confiesa. Un sentimiento que hunde sus raíces en su infancia.
Rocío heredó su pasión por los libros de su abuelo que, además de pintor y coleccionista, fue mecenas de muchos artistas. Recuerda que de niña se pasaba horas explorando los estantes llenos de libros del taller-biblioteca en la casa familiar de su Galicia natal.
También que en su tiempo libre restauraba y encuadernaba libros por puro placer. “Me gustaban muchísimo aquellos libros, aquellas encuadernaciones y sobre todo el libro como objeto. Tocar aquellas tapas, la tipografía, las planchas impresas con los grabados de Doré, por ejemplo, para El Quijote. Era toda una bibliofilia”, cuenta a Crónica Global.
Lo suyo fue una vocación temprana. Pronto supo lo que deseaba hacer en la vida, no solo quería trabajar con los libros, quería hacerlos.
La Coruña-Madrid, París-Barcelona
En La Coruña hizo su primer taller de encuadernación cuando aún era un oficio muy gremial, del alumno que aprende con el maestro. Pero también quería ver mundo, ampliar horizontes, eso sí, sin perder de vista su propósito.
Decidió entonces escribir una carta a cada uno de los restauradores y encuadernadores que encontró en la guía de teléfonos, las populares Páginas Amarillas que había en todas las casas hace ya unos cuantos años. De las 60 que envió, ofreciéndose como aprendiz, solo obtuvo una respuesta, la de Carlos Valdés, oficial jefe del taller de encuadernación de la Biblioteca Nacional de España en Madrid. Aquello le cambió la vida.
Así, en el año 87, se instaló en la capital para seguir aprendiendo el oficio. Por las mañanas en la Biblioteca Nacional, donde a la “hora del bocadillo” se sumaba a las clases el bedel de la institución, otro gran apasionado de los libros, y por las noches estudiando en la Escuela de Artes Gráficas y después en la histórica imprenta del Conde Duque.
Un sueño hecho realidad
Una solicitud de intercambio llevo a este trío de bibliófilos (maestro, aprendiz y bedel) de la Biblioteca Nacional de Madrid a la Biblioteca Nacional de París. Otro sueño se hacía realidad. En Francia, mientras trabajaba en una importante colección sobre el surrealismo que había sido donada, sucumbió definitivamente ante la belleza de los libros de artista. Esos extraordinarios objetos concebidos en complicidad por artistas, poetas y escritores, como el de Miró con poemas de Tristán Tzara, pero también los de Duchamp, Max Ernst, André Breton o Man Ray.
Pero además en París se encontraba la prestigiosa École Estienne, una escuela superior de artes e industrias gráficas donde forman editores especializados en libros de arte. “Hice todo lo posible para quedarme en París y conseguir entrar en esa escuela. Y ahí me quedé 15 años”.
Cuando acabó su formación, hizo sus primeras publicaciones de artista con Josep Guinovart, Carlos Pazos o Miquel Barceló para otros editores, hasta que a finales de los 90 decidió abrir su propia galería: Raíña Lupa, bautizada así en honor a la última reina druida antes de la romanización de Galicia, enterrada, según cuenta la leyenda, en la Costa da Morte. Desde aquel pequeño local próximo al parque Georges Brassens, en el barrio de los antiguos mataderos de la capital francesa, Rocío comenzó a crear libros de artista y a “hacer ferias” que la llevaron por las grandes capitales mundiales del arte.
ArtsLibris. Un proyecto con identidad propia
La idea de ArtsLibris se gestó durante aquellos intensos años de viajes a las ferias internacionales de Londres, Bruselas, Berlín o Nueva York. Y tomó forma en Barcelona, ciudad de gran tradición editorial, donde se instaló en 2001. “En todo el Estado español, fue siempre Cataluña quien tuvo los grandes editores, también de libros de arte”.
En 2009 se celebró la 1º edición de esta muestra editorial especializada en publicaciones de artista y fotolibro. “Un proyecto iberoamericano con identidad mediterránea”, muy diferente al modelo anglosajón. ”Estamos en el Mediterráneo. Vamos a reivindicar nuestra situación geográfica y vamos a reivindicar el sur de Europa, su riqueza, su diversidad de formatos, de ediciones y de lenguas”.
Con este espíritu nació un modelo de feria que no existía. Un espacio para la reflexión, el debate y el intercambio de ideas donde se habla inglés, pero también catalán, vasco, español, portugués, árabe o francés. Un evento editorial donde además se pueden encontrar publicaciones que no se ven en las ferias de Londres, París, Berlín o Nueva York. En todo ello radica su excepcionalidad.
Arte y mucho más en el Mercat de Sant Antoni
Catorce años después, y con tres ferias anuales celebradas en Barcelona, ARCOMadrid y ARCOLisboa, ArtsLibris se ha consolidado como una de las ferias de referencia más importantes del sector. Un punto de encuentro al que acuden las mejores firmas editoriales especializadas en libros de artista como RM, Ojos de Buey, Bartlebooth, Dalpine o la francesa Écho 119, pero donde también tienen cabida pequeños proyectos de autoedición.
Además de la parte expositiva, en la que los sellos editoriales e instituciones museísticas y culturales exhiben sus catálogos, la muestra, de acceso gratuito, ofrece un rico programa de actividades con talleres de serigrafía y encuadernación, debates, seminarios, charlas, presentaciones con los autores y varias exposiciones.
El libro que realizó Jaume Plensa sobre la ópera Macbeth, estrenada el pasado febrero en el Liceu barcelonés; una publicación de Joan Fontcuberta sobre dinosaurios escrito en klingon o los últimos fotolibros de Carmen Calvo, Lúa Ribeira o Txema Salvans son algunos de los platos fuertes de la 14ª edición de ArtsLibris que se celebrará del 9 al 11 de junio en el Mercat de Sant Antoni de Barcelona.