El festival Grec regresa dejando atrás la pandemia y poniendo toda la carne en el asador. Más allá de las salas habituales propias del certamen de Barcelona, este año sus responsables quieren expandirse y llevar la música, el teatro y las propuestas escéncicas a lugares como el Passeig de Gràcia, la Modelo, el Hospital de Sant Pau y el depósito del Rei Martí.

En cuanto a la temática hay una que sirve de hilo conductor de muchos espectáculos, la posguerra. Diveras obras giraran entorno ha este hecho histórico en un contexto bélico como el actual. Asimismo, el festival ofrece a los visitantes de su web a realizar un test sobre fascismo, que según el director del evento, Cesc Casadesús, va a sorprender por los resultados que ofrecen.

Grandes nombres

Bob Wilson es uno de los que destaca por encima de todos. El dramaturgo estadounidense acude a la ciudad con un espectáculo que promete romper esquemas acompañado de un grupo de intérpretes mallorquines. Presenta UBU, una producción de Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma y Successió Miró, entidad que aporta vestuario de Joan Miró, a partir del texto de Ubu roi de Alfred Jarry, que a su vez se inspira en el famoso Mori el Merma, de marcado enfoque antifranquista. A él se le suman otros como Ivo van Hove, Sasha Waltz o Dimitris Papaioannou.

También sobre esta época gris de España versa Instruccions per fer-se feixista, un monólogo de Mercè Arànega escrito por Michela Murgia que se podrá ver en La Villarroel. Y otra gran actriz como ella, Emma Vilarasau, también está presente en el festival junto a uno de los grandes nombres del teatro local, Sergi Belbel, que esta vez no sólo dirige sino que escribe esta pieza entre la comedia y la tragedia llamada Lali Symon.

Teatro

A estas figuras se le suman otras de la talla de Victoria Szpunberg, Josep Maria Miró o Marc Rosich y una serie de obras que van de lo clásico a lo contéporaneo. Así uno puede disfrutar de un Calderón y La vida es sueño, --coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico-- o de la Rodoreda y La plaça del diamant, con dirección de Carlota Subirós, y Cheek by Jowl, dirigida por Declan Donellan o el musical de Jordi Prat i Coll Per Evita, que puede verse en el Teatre Grec.

En las salas de la ciudad también se programarán obras como Cadela Força, de Carolina Bianchi, que aborda los feminicidios; Riding on a cloud, de Rabih MrouéReminiscenci', de Malicho Vaca Valenzuela, y Altsasu de la Dramática Errante. Por último, destacar piezas más arriesgadas como Firmament' para público joven de La Veronal, y Hit me if I'm prett' de Juana Dolores.

Circo y música

Entre las propuestas alejadas del teatro está la propuesta del circo Gravity & Other Myths, que inaugura el Grec el 29 de junio con "The Pulse", un espectáculo con 30 acróbatas que harán diversos ejercicios de fonambilsmo en pleno Paseo de Grácia acompñados de una treintena de integrantes del Cor de Noie del Orfeó Català.

Y es que la música va a estar muy presente este año. Sasha Waltz acude a Barcelona para el estreno mundial de un espectáculo que compone junto a la Orquestra Simfònica del Liceu en el Teatre Grec a partir de la séptima sinfonía de Beethoven. A ellos se le suman David Lang y su Prisoner of the State para el que cuenta con la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, así como los conciertos de Rufus Wainwright, Sílvia Pérez Cruz, Joan Dausà, Mayte Martín Quartet y el trío formado por Luísa Sobral, Rita Payés y Lucia Fumero.