Being a curious music mind, el experimento que dice cómo decide el cerebro por qué artista de música pagaría / SÓNAR+D

Being a curious music mind, el experimento que dice cómo decide el cerebro por qué artista de música pagaría / SÓNAR+D

Creación

Así decide el cerebro por qué artista pagaría

La curiosidad que genera las nuevas creaciones musicales están directamente relacionadas con el recuerdo y el interés

16 junio, 2022 14:53

El placer y la curiosidad que genera la música están directamente relacionados. Cuanto más gusto genera escuchar una canción, mayor es el interés que se genera por ese artista concreto. Asimismo, cuanta más atracción se tiene, más cantidad de dinero está dispuesta a pagar una persona por un tema y más recuerdos tiene asociados a la pieza musical concreta.

Estas son algunas de las conclusiones a las que se ha llegado con el experimento Being a curious music mind que IDIBELL (la unidad de plasticidad cerebral y cognición del Hospital de Bellvitge - UB - Icrea) realizó en SónarCCCB y la Sala Salamandra a un total de 150 personas de diferentes géneros y edades el pasado octubre.

Música y emociones

Durante la primera jornada del festival Sónar+D, los neurocientíficos Antoni Rodríguez Fornells y Robert Zatorre (McGill University, Montreal), así como la Dj Alicia Carrera y el especialista en ventas digitales de Sony y fundador de Indiemono Carlos López Casany han presentado los resultados de este estudio.

Los resultados de 'Being a curious music mind' / CG

Los resultados de 'Being a curious music mind' / CG

El punto de partida de la investigación pretendía analizar por qué la música afecta tanto a las emociones de las personas y se genera una experiencia placentera al escucharla. Según los expertos, al escuchar canciones, se generan una serie de patrones que el cerebro luego decodifica y provoca sentimientos de todo tipo.

Cambios de consumo

Actualmente, con la irrupción de las plataformas digitales, como Spotify y Apple Music, y con los cambios de consumo de los productos digitales, las personas entran en una especie de bucle en el que no encuentran música totalmente diferente a su estilo, sino que las propias aplicaciones recomiendan productos similares a los que suele consumir el cliente.

En este experimento de IDIBELL se reunieron 150 personas en dos conciertos, uno en el SónarCCCB y otro en la Sala Salamandra --con un día de diferencia-- para analizar sus gustos. La Dj Carrera pinchó un total de 20 canciones sin publicar para analizar la reacción del público.

Aspectos concretos

En este trabajo, la gente tenía que responder cuánta curiosidad e interés le provocaba cada canción a través de una aplicación y decidir si pagarían por ese tema en concreto. En este sentido, se generó una moneda concreta, el sónar coin, para que cada persona seleccionara aquello que le generaba más interés.

El estudio también se centró en la información demográfica concreta, los intereses específicos de cada persona y su curiosidad por diferentes aspectos de la vida. Además, al día siguiente cuestionó la memoria de las personas a través de un test en el que los sujetos tenían que escuchar las 20 canciones utilizadas y 20 nuevas y seleccionar si las habían oído anteriormente.

Conclusiones

La conclusión principal de la investigación confirmaba que, cuando las canciones no generan curiosidad, la gente no está dispuesta a pagar por ellas. Por el contrario, si les provoca interés, están dispuestos a gastarse dinero por ese artista. Asimismo, si era más alta la atracción, mayor recuerdo del tema concreto al día siguiente. Por tanto, la curiosidad respecto a la nueva música modula la decisión de la gente y su memoria.

Finalmente, los investigadores quisieron descubrir qué aspectos concretos generaban esta curiosidad. En ese sentido, descubrieron que las propiedades de la canción no son responsables del interés en los participantes. Sin embargo, la similaridad de gustos y características personales entre los participantes sí muestran resultados similares respecto al interés. Asimismo, si los participantes no tenían especial gusto por la música electrónica, a pesar de tener atracción, no harían un desembolso de dinero por la canción.