La cultura catalana limita su optimismo ante la reapertura completa de las salas de espectáculos

Una obra en el Gran Teatro del Liceu de Barcelona durante la pandemia del coronavirus / EP

Los principales escenarios de Barcelona, tanto públicos como privados, acogen la noticia como algo “extraordinario”. No en vano, ello les permitiría encauzar la primera parte de la temporada con datos previos a la pandemia. El presidente de la Fundación Gran Teatre del Liceu, Salvador Alemany, quien además ayer fue confirmado de nuevo al frente del patronato que gobierna el teatro, habla en condicional de la reapertura augurada por el consejero de Salud, por ese optimismo moderado a la espera de que el Govern valide las palabras de Argimon. Otros, por el contrario, se muestran convencidos que se reabrirá completamente.

Símbolos de Cataluña

Alemany cree que la ampliación de aforo al 100% permitirá “brindar el servicio y complacer a todos los abonados”. La limitación actual se encuentra en el 70%. “En la segunda quincena de octubre estrenamos Rigoletto, con una gran popularidad entre el público, por lo que sería una gran oportunidad la ampliación de aforo”, explica el presidente de la fundación del Liceu en declaraciones a Crónica Global. De hecho, según los datos presupuestarios del auditorio, no se esperaba la reapertura completa hasta el 1 de enero, por lo que podría beneficiar, incluso, las cifras previstas para el teatro en su 175 aniversario.

Imagen de archivo de un concierto en el Palau de la Música / EFE

Otro de los símbolos que conforman el panorama teatral y musical catalán es el Palau de la Música Catalana. “Celebramos mucho que se llegue al 100%, que podamos ocupar todo el aforo y creemos que debe ser un aliciente para el público vuelva de forma progresiva”, asevera el director general del auditorio, Joan Oller. El dirigente espera que la flexibilización permita “disfrutar de la música en directo con toda la confianza que supone esta normalidad, finalmente posible”.  

La industria del espectáculo

Los teatros privados en Cataluña, la mayoría en la Ciudad Condal, se muestran convencidos de que esta reapertura permitirá reactivar la industria del espectáculo en sus salas, en su mayoría no subvencionadas. El director de Smedia, Enrique Salaverría, acoge la noticia prematura de Argimon con "esperanza" de que permitirá a todas las personas "volverse a reencontrar con la ilusión y disfrutar de un gran espectáculo". "Es un día muy grande", remarca respecto a la ampliación de aforo anunciada. El grupo gestiona siete escenarios de Madrid y el Teatro Apolo de Barcelona.

Carteles recordando el uso de mascarilla y gel desinfectante en el Teatro Apolo de Barcelona, tras el estreno de Els Joglars este 26 de mayo / CARLOS MANZANO - CG

El Apolo volvió a acoger compañías de "nivel europeo" que habían sido olvidadas por el público más nacionalista de la capital catalana, como es el caso de Els Joglars. La vuelta de la tradición teatral a Barcelona, tras la reapertura, pasa, en parte, por los grupos privados como Smedia, pero también Balañá u otros gestores de un único complejo. Las medidas contra el Covid preocupan a los empresarios en este campo, para lo que, según explica Salaverría, se han adaptado "transformando todos los sistemas de ventilación" y renovaron toda la estructura para cumplir con las obligaciones y recomendaciones de las autoridades sanitarias.

"La gente necesita sentir que su día a día vuelve a disfrutarse como antes", explica el director de Smedia. La cultura catalana vuelve a abrir sus teatros con la esperanza de colgar el cartel de completo. Las diferentes instituciones, tanto públicas como privadas, confían en que en menos de 15 días el consejero de Salud cumpla su anuncio de este viernes en TV3 y las ciudades vuelvan a cubrirse de comedias, tragicomedias, dramas, óperas, sátira y todas las variables posibles dentro de cualquier espectáculo. El optimismo solo frena a la espera de que el Govern cancele de forma oficial la limitación de aforo en tiempo de descuento. No sería la primera ocasión. Por este motivo, el optimismo es limitado.