Un paseo por el Museo Nacional de Arte de Cataluña

Barcelona es una ciudad con una amplia variedad de museos. En la zona olímpica de la ciudad se encuentra el Museo Nacional de Arte de Cataluña, uno de los más destacados por su colección artística y también por lo imponente de su ubicación. Ocupa el Palau Nacional de Montjuïc, construido para la Exposición Internacional de 1929, con unas privilegiadas vistas de la avenida María Cristina, sus torres venecianas y Plaza España.

En 1990 fue inaugurado oficialmente. En él se reunían las colecciones de dos recintos museísticos de la ciudad, el Museo de Arte Moderno y el Museo de Arte de Cataluña y, en la actualidad, acapara un fondo que supera las 250.000 obras.

Pintura mural románica

En el interior del museo se puede ver la mejor colección de pintura mural románica del mundo y los artistas más representativos del modernismo catalán, como Antoni Gaudí o Casas. El edificio cuenta con obras de arte gótico, pinturas del Renacimiento y barroco de grandes artistas como, por ejemplo, Tiziano o Velázquez, y una colección de fotografía que completa el fondo de la galería.

Galatea de las Esferas, de Salvador Dalí / MUSEU NACIONAL D'ART DE CATALUNYA

Galatea de las Esferas, de Salvador Dalí / MUSEU NACIONAL D'ART DE CATALUNYA

La gran fuerza, calidad y versatilidad de la colección del Museo Nacional de Arte de Cataluña permite a los visitantes disfrutar de una experiencia de 360 grados: antes, durante y después de su visita. “Os recomendamos explorar la colección y la historia del edificio para descubrir los secretos”, informan desde la galería, que apuntan que “la organización de exposiciones temporales y actividades para una mayor aproximación al arte convierten el museo en centro de diálogo y debate artístico”.

Gala

El 6 de julio, el museo inaugurará la exposición Gala Salvador Dalí. Una habitación propia en Púbol, que explorará la vida de la mujer y musa del pintor surrealista, una mujer enigmática e intuitiva que se relacionó con muchos artistas e intelectuales.

A través de esta exposición se refleja la transformación de Gala en artista de pleno derecho, gracias a la cooperación artística que llevó a cabo junto a Dalí y que significó la autoría compartida de algunas obras.