"La música de Bach es un sudoku"
Licenciado en Químicas y máster en Neurociencia, el barcelonés Javier Bayon ha ganado el Concurso Internacional de Música de Cine de Zúrich
1 octubre, 2016 00:00Melena larga, barbudo... La imagen de este compositor catalán nada tiene que ver con el clasicismo musical. Resulta inevitable recordar la serie de televisión Mozart in jungle, que conoce y, según dice, refleja bien la locura de su profesión. Javier Bayon (Barcelona, 1980) no tiene ninguna titulación musical, pero gracias a una mente científica y su gran capacidad artística ha ganado el Concurso Internacional de Música de Cine del XII Festival de Cine de Zúrich. “Desde que gané el premio he recibido muchísimas llamadas, pero la mayoría son de personas que me piden trabajo, ya ves como están las cosas”, explica a Crónica Global este creador, que se considera afortunado por poder vivir de la música.
Licenciado en Químicas y máster en Neurociencia, Bayon es un autodidacta que de niño se aficionó a la guitarra. A los 16 años ya participaba en diversos proyectos musicales. “¿Que cómo aprendí?, pues analizando las partituras de Stravinski o Debussy. Pero cuando compongo, me olvido de lo que he aprendido e improviso. Yo creo que lo más importante es la capacidad artística que tiene cada uno”, confiesa. Pero ¿tiene algo que ver la ciencia con la música?. Bayon asegura que las obras barrocas de Bach eran “verdaderos sudokus” en los que los números “tenían mucho que ver en sus fugas supercomplejas”.
Un guión musical
A este joven barcelonés siempre le interesó el cine, de ahí que haya grabado y producido diversas bandas sonoras. Un trabajo que ahora ha sido reconocido con el premio Golden Eye a la Mejor Película Internacional de Música 2016. El concurso consistía en musicalizar un cortometraje de seis minutos. Bayon se impuso a otras 200 propuestas.
“Contar una historia con un guión musical. O ponerle lenguaje musical a una imagen. Eso es lo que siempre me ha gustado”, dice Bayon, que sigue la estela de otros compositores españoles reconocidos internacionalmente por sus bandas sonoras, como Lucas Vidal, afincado en Los Ángeles. “Aquello es jugar en otra liga. Y claro que hay fuga de cerebros en este sector, pero gracias a internet, se puede trabajar desde España. A mí me encanta Barcelona, yo no me muevo de aquí. Bueno, si me ponen una mansión en Malibú…”, bromea.
Ha colaborado como orquestador para Javier Navarrete, nominado al Oscar por El laberinto del fauno, y ha trabajado con Pharrell Williams, tres veces ganador del premio Grammy. Ha participado recientemente en tres largometrajes: Los fantasmas de Garip, La maldición y L'Altra Frontera. Su composición para la película del oeste 10 Miles to Bisbee también fue premiada como mejor banda sonora en el Festival Internacional de Cine de Sitges de 2015.
Ahora está metido en la banda sonora de un documental cubano y en un proyecto de neurociencia consistente en modular la música en función del estado anímico de las personas.