El comunicador y guionista Miquel Giménez, con su nueva novela, 'Mystero'

El comunicador y guionista Miquel Giménez, con su nueva novela, 'Mystero'

Creación

Miquel Giménez: "Mas es 'el gran Houdini' de la política catalana"

El comunicador y guionista repasa la actualidad política y social de Cataluña aprovechando el lanzamiento de su última novela

23 noviembre, 2014 11:13

Ha sido caballero legionario e independentista...

Yo soy, no se es ex caballero legionario, se es hasta que se muere. E independentista es verdad que he defendido y defiendo la independencia, igual que defiendo una república española y una república europea. Todo lo que sirva para que el señor Fainé, el señor Alemany y los sucesores de la razón social Emilio Botín y Duquesa de Alba se vayan a picar piedra, a mí me parece bien. Y si mañana viniera Durruti, creo que es lo que me apuntaría más a gusto. Por herencia familiar y por convicción.

¿Le gustaría que entrara la Legión por la Diagonal?

No hace falta que la Legión entre por la Diagonal, ya estamos aquí.

¿Cómo definiría 'Mystero'?

Como la novela que me gustaría comprar si tuviera que ir a una librería y decir "quiero una que me entretenga, que tenga aventuras, que tenga buenos, que tenga malos, que tenga enmascarados, que tenga fantasía". Es una novela para pasárselo bien.

Una novela de fantasía... ¿Cataluña también es, ahora mismo, de fantasía?

Cataluña es de porexpán en estos momentos. Tan de porexpán que se está rompiendo por todos los lados. Porque si se salta encima del porexpán se acaba fastidiando, este es el problema.

¿Por qué la novela se llama 'Mystero'?

Porque es el nombre del protagonista, un personaje que, en teoría, es un prestidigitador, un hombre que actúa en los grandes teatros, pero detrás se esconde un carácter poderoso que puede salvar al mundo de la amenaza del Barón Von Frankenstein.

¿Quién sería en la Cataluña actual el prestidigitador?

Este gran Houdini, este gran escapista que se llama Artur Mas, que ha conseguido pasarse los últimos cuatro años recortando la sanidad, la educación, los derechos sociales, gobernando en favor de la banca y el gran capital y encima pasar por el gran mártir. Si esto no es ser un prestidigitador que baje Dios y lo vea.

¿Y quién sería el malvado barón?

En este país gobiernan los malos, en el fondo todo el que se oponga a eso, por oposición, es el bueno.

¿Qué opinas del procés?

A mí el procés me la suda.

¿Absolutamente?

Totalmente. No creo en los procesos. Es como si dijeras, "estamos haciendo un proceso para hacer la revolución social". Las revoluciones se hacen o no se hacen. Y no hay más. Esto en el fondo es una táctica dilatoria que a la derecha catalana le ha ido muy bien porque con la excusa de que "tots som el president i tots som Catalunya" han hecho lo mismo que hizo Pujol durante treinta y cinco años, pero con un cambio de imagen. Hay que recordar cuando se decía "si te metes con Pujol, te metes con Cataluña; si te metes con Convergència, te metes con Cataluña". Estamos exactamente igual. Es el mismo sistema, pero eso sí, con mucha camiseta de colores y la 'Gran via catalana'. La gente ignora que la Gran Vía es una zarzuela cojonuda, del maestro Chueca. Y nada más.

Entonces no se cree lo de la 'revolución amarilla'...

No es que no me la crea, es que me parece muy mal. Me parece una burla hacia los auténticos independentistas que la gente se piense que por ponerse una camiseta de color amarillo te van a dar la independencia o te van a dar la revolución. Un día se lo dije a Joan Herrera, la diferencia entre Lenin y tú es que Lenin llevaba un fusil y tú una bicicleta. La diferencia entre George Washington, Simón Bolívar, el canciller Bismarck, Mazzini y Artur Mas es que aquellos eran unos tíos de principios, honrados, que se jugaron la vida y la hacienda y algunos incluso la perdieron. Y Mas lo único que se juega es una sanción administrativa.

'Mystero' se desarrolla en Londres, pero si tuviera lugar en Barcelona, ¿cómo acabaría la novela?

Seguramente todos subvencionados por Òmnium Cultural, por la ANC, y los que no se dejaran subvencionar acabarían exiliándose al extranjero, que ya es triste desgracia que después de ser un país en el que históricamente una parte se ha tenido que exiliar tantas y tantas veces haya todavía exiliados ya no de una dictadura, sino de la estupidez y la mediocridad.

Es su quinto libro, y el primero en castellano. Los otros, que fueron en catalán, ¿recibieron por parte de la prensa catalana del mainstream la atención adecuada?

No la recibieron por una sencilla razón, porque esto es lo que decía mi padre, "el que tiene padrino se bautiza, y el que no se queda moro". Hay una inmensa broma privada en este país que la pagamos con dinero público, pero que es privada. Si se repasa las tertulias, en los medios de comunicación encontrarás indefectiblemente los treinta o cuarenta nombres repetidos ad nauseam. ¿Acaso no hay más gente en Cataluña? Claro que la hay, pero estos son los que mantienen estos arquetipos de los que hablábamos, las cortinas de humo, "este es muy bueno", "este es muy malo", y si no estás en ese rollo, tienes muy pocas posibilidades que se valore lo que haces.

Vamos, que si usted se llamara 'Miquel Rahola' vendería mucho más...

Si me llamara Miquel Rahola, tuviera poco pelo y le hubiera dicho a un urbano de Badalona "usted no sabe con quién está hablando", e hiciera hagiografías de políticas, pues sí. Pero como soy poco dado a la hagiografía... A mí me han echado de los mejores sitios, y esto lo tengo a gala. Me da cierto morbo y me 'pone' que según quién diga "aquest xicot, què s'ha pensat". A mi edad, que ya es importante, me pone morcillón.

Díganos tres motivos para leer 'Mystero'.

Primero, es un libro que lo puede leer desde un crío de catorce años a un abuelo de ochenta, porque tiene una lectura transversal. Segundo, está hecho con el sincero deseo de agradar, no encontrarán ni 'pajas' mentales ni rollos que no sean aventura cien por cien. Y tercero, si se venden los libros de Lluís Llach, ¿a usted qué le cuesta comprar el mío que es bueno?

¿No le gustan los libros de Lluís Llach?

No me gusta Lluís Llach.

¿Por qué?

Porque no creo en la gente que vive de la independencia. Igual que no me gusta la gente que vive del socialismo o del liberalismo. A las ideas hay que servirlas, no hay que servirse de ellas. Desde el momento que dependes de la subvención de turno para promocionar lo que sea te conviertes en un mercenario. Y a mí me gustan los piratas, los mercenarios no.

¿Si pudiera llevar su libro a TV3, qué diría?

Lo mismo que le estoy diciendo a usted, exactamente igual, posiblemente por eso no voy.

¿No le veremos de nuevo trabajando en TV3?

Las pocas cosas que he hecho en TV3 fueron un programa con el hoy llorado Josep Maria Bachs, en el que hacía una colaboración; una cosa que hice con Cuní -que cometió la osadía de llevarme de tertuliano- y cuando Cuní se fue se acabó la historia, y una cosa de asesor de un programa que se llamaba 'Amb el cor a la mà'. Y nada más. En treinta y cinco años de dedicación a los medios de comunicación, y habiendo trabajado en RNE, Tele 5, Onda Cero, con gente como Luis del Olmo, Javier Sardà, Julia Otero, digo yo que igual podría haber hecho alguna cosa más. ¿Por qué no? 'Mystero'.