La sublimidad del apocalipsis

La filosofía, en general, y la literatura, en particular, se han movilizado históricamente por el interés de cuestionar los diferentes hechos que pertrechan la realidad que cobija a los seres humanos. Sea desde la vertiente epistemológica, moral, política o metafísica, la finalidad no es otra que problematizar, hasta las entrañas, el estatuto de validez de dichas realidades. Por ello, en esta travesía de interrogaciones perpetuas, ha habido grandes interrogadores, que se erigen en los clásicos del pensamiento y literatura, y que resulta tarea fútil enumerar aquí.

Sin embargo, el autor al que se dedica este lacónico homenaje, E.M. Cioran, se erige en un elemento extraño de este elenco de grandes interrogadores ya que, por un lado, su propuesta filosófica se tiñe de una radicalidad sin precedentes (verbigracia, para Cioran, Nietzsche, uno de los perforadores de lo real más importantes de la historia de la cultura, no deja de ser un autor que no es capaz de llegar hasta las últimas consecuencias, adolece de la fuerza necesaria para alcanzar el paroxismo de sus propuestas), pero, por el otro, siempre rechazó autoasignarse en el eslabón de los clásicos y, consiguientemente, se consideró un marginado cultural (son celebres los constantes rechaces de los premios que recibió a lo largo de su trayectoria cultural, sus envites contra Sartre, Eliade, Marcel o Camus, así como su defensa acuciante de la marginalidad del autor como esencial de su autenticidad literaria y filosófica).

Así pues, el pensamiento y la figura de Cioran se ha constituido como un hontanar de polémica: tanto su propuesta filosófica, caracterizada por la desesperación, pesimismo y por exhumar la podredumbre humana, así como su vida hostil cualesquier acontecimiento mediático o reconocimiento literario, se han convertido en toda una efigie de controversia, delectación y culto para un ingente número de estudiosos, lectores, seguidores....

Por ese motivo, la obra que nos presenta Gabriel Liiceanu pretende rendirle un modesto homenaje, construyendo un hermoso alegato a favor del pensamiento de su maestro, E.M.Ciorán, al enfatizar la complejidad de su persona, filosofía y vida. No se trata de un panegírico sin reservas, sino que, por el contrario, el estudio trata sin dilación diferentes aspectos cruciales de la vida de Cioran (su ego maltrecho, su constante vida de eterno estudiante mendigando becas hasta los 45 años, su dependencia material de su pareja Simon Boué...). Estructurada en tres fantásticas partes (Itinerarios de una vida, El apocalipsis según Cioran y Entrevista con Simon Boué), esta obra se constituye en una hermosa introducción y homenaje a una de las personalidades más locuaces, escépticas y, por qué no decirlo, clarividentes de la historia de la cultura universal.

Oriol Alonso Cano es Profesor de la Escuela Universitaria Formatic Barcelona, de la UOC e investigador de la UB.