Los robos de gasolina suben de forma paralela a los precios

"Nos preocupa el aumento", señala Manuel Amado, presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de Barcelona. Reconoce que las fuga de conductores sin haber pagado es algo que ocurre, sobre todo "en los surtidores cerca de la salida". "Hay picaresca de todo tipo", lamenta.

La vía judicial no sale a cuenta

Sin embargo, Amado destaca que, para evitarlo, las gasolineras cuentan con "medidas de seguridad impresionantes", aunque sean "una molestia para el cliente". "Si no, se van sin pagar, no lo hacemos por capricho", insiste el representante, que añade que gracias a las cámaras que guardan las matrículas, se recobran "el 99%" de impagos.

Una gasolinera, donde continúa notándose la inflación / EFE

Más pesimista se muestra Carme Esteve, vicepresidenta de la Agrupación Catalana de Asociaciones de Estaciones de Servicio (Agrucaes). "Si deben 70 euros, no iré al juzgado, porque me costará más el proceso que la cantidad que no ha abonado", admite, incluso en los casos en que existe un reconocimiento de deuda firmado o una identificación del conductor a través de las cámaras.

Falta de personal

Cuando las cámaras de la gasolinera han captado la matrícula, se puede acudir a la policía: "Si los Mossos tienen ganas de hacerte el favor, llamarán a este señor, depende de quién sea, dirá 'tiene razón' y depende de quién, no vendrá", añade Esteve.

Según la empresaria, el riesgo es mayor cuando no hay personal --en algunos casos, hay trabajadores en pista, pero no las 24 horas--. "La gente está necesitada. Si necesita gasolina y no tiene dinero en vez de venirte y decirte 'déjame 10 euros porque lo necesito y vengo a pagar cuando pueda', llenan e intentan irse sin pagar", relata el ejecutivo.

La gasolina da una tregua a los consumidores tras alcanzar máximos históricos / EUROPA PRESS

Montse Parrondo, responsable de Estaciones de Servicio de CCOO Catalunya, explica que más allá del repunte actual, "fugas siempre ha habido", especialmente en las gasolineras ubicadas en las autopistas. También se dan atracos, robos de caja y a los clientes. "Roban a los clientes en los surtidores: bolsos o lo que tienen en el coche", indica. Una situación que sufren sobre todo los turistas en verano. Por todo ello, reivindica que en los turnos haya más de un trabajador para garantizar la seguridad.

¿Hurto o robo?

El responsable de Estaciones de Servicio de la Federación de Industria y Comercio de UGT, Roberto Mora, también apunta que los hurtos leves --no se emplea la fuerza y el valor es de menos de 400 euros-- de este tipo "están en auge". "Una vez lo pruebas y sale bien, esta gente sigue haciéndolo". Hasta ahora esta cantidad no llevaba al culpable a la cárcel, pero una reforma legislativa en ciernes cambiará el escenario para, precisamente, evitar la reincidencia. 

Añade que algunas gasolineras ya trabajan, a través de la identificación de la matrícula, en una manera de controlar a los repetidores. "Cuando se puede demostrar que es mucho lo que se ha llevado, es otro tipo de pena, es robo", detalla. Pero más allá de los casos en que la avaricia rompe el saco, esta tendencia genera intranquilidad en el sector por sus implicaciones económicas y de seguridad.