Servicio de 'motosharing' de Acciona / EUROPA PRESS

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Business

Las empresas de 'motosharing' reclaman más licencias en Barcelona

El ayuntamiento solo tiene previsto entregar 3.000 nuevos permisos antes de 2021 pese a la demanda creciente de movilidad compartida

16 septiembre, 2020 00:00

La movilidad urbana no será igual tras la pandemia del coronavirus. Al menos eso es lo que indican los datos. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), los usuarios prefieren cada vez más evitar el transporte público y apostar por opciones individualizadas como el coche o la moto. Este cambio de hábitos obedece al temor a los medios de transporte colectivo, pero topa contra las limitaciones de muchos particulares para adquirir un vehículo privado.

Esta situación abre una ventana de oportunidad para las empresas de préstamo de vehículos, que durante los últimos años se han instalado en las principales ciudades españoles. En Barcelona, el consistorio repartió en junio 6.958 licencias de motosharing entre 12 compañías de forma alícuota, es decir, concediendo los mismos permisos a todos ellos. Pero la experiencia de la crisis sanitaria obliga a replantear si esta cantidad resulta suficiente para satisfacer la creciente demanda por parte de la ciudadanía.

Asfixia por la falta de licencias

El gobierno local optó por atomizar el servicio para permitir la entrada de startups en la entrega de licencias. Algunas firmas con experiencia en el sector, como eCooltra, denunciaron que esto complicaba la gestión a muchos operadores ya que no sale rentable mantener flotas reducidas en la calle. Oriol Marimón, CEO de eCooltra, sigue respaldando esta tesis: "Tener menos motos no hace inviable este negocio, pero sí nos lo pone más difícil".

De hecho, una de las compañías que entraron en el reparto de autorizaciones, Scoot, renunció a sus licencias ante las trabas del ayuntamiento. La principal, el pago de un tributo anual de 71,50 euros por motocicleta desplegada en la calle. Este peaje fue recurrido ante la justicia por Smart Mobility, la asociación que agrupa a las principales marcas del motosharing. La patronal argumentó que la medida solo tenía un "afán recaudatorio" y era injusto ya que los vehículos no siempre estaban estacionados en la vía pública.

Imagen de una moto eléctrica y una bicicleta Scoot frente a un crucero en Barcelona / CG

Imagen de una moto eléctrica y una bicicleta Scoot frente a un crucero en Barcelona / CG