Durcal lleva sus asistentes virtuales a la dependencia a México y Chile

Para su desembarco en el continente americano, la compañía se ha aliado con Prosegur Alarmas, empresa con la que ya colabora y que ya cuenta con operaciones de emergencias en estos mercados. “Culturalmente, Latinoamérica tiene mucha preocupación por los familiares mayores, la familia es muy importante y tiene las mismas carencias que España”, señala Guillem Viladomat, consejero delegado de la empresa, a Crónica Global.

Mercados estratégicos

No es la única startup que se ha fijado en estos dos países para su plan de expansión. En el sector proptech, por ejemplo, tanto emprendedores como inversores han creado un núcleo de actividad destacable en México.

Según Viladomat, estos dos países “hace cinco años no parecían tan interesantes por un tema de recursos, pero últimamente la clase media ha explotado”. “Son países muy interesantes”, asegura.

Guillem Viladomat, consejero delegado de Durcal / DURCAL

Alternativa a las residencias

Además, el responsable de la empresa destaca que “a nivel lingüístico, hablan castellano como nosotros y te abre muchas puertas”. Algo que se nota a la hora de desarrollar la aplicación. “Puedes entender especifidad del país, solo tienes que adaptarlo un poquito, pero juegas con ventaja”, explica.

Durcal se perfila como un rival virtual de las residencias de personas mayores o los cuidadores a domicilio, dos servicios a los que las familias suelen recurrir por falta de tiempo, pero que en muchos casos no gustan a los usuarios. Este tipo de alternativas han cobrado protagonismo a causa del drama de los geriátricos durante la pandemia, aunque Viladomat subraya que su éxito se debe también a las deficiencias estructurales del sistema.

Faltan servicios

El emprendedor considera que, en cuanto a residencias, “en España hay un servicio público muy bueno, pero hay una lista de espera larga”. Y recuerda que “mucha gente o se ha muerto o cuando entra ha pasado mucho tiempo”. “Un servicio con tanto tiempo de retraso no es un buen servicio”, zanja.

Asimismo, ve “un hueco entre que las personas se hacen mayores a la solución actual como residencias y cuidadores”. “Este impasse es el que nosotros cubrimos”, indica Viladomat, es decir, la parte de la vida de una persona que, aunque ya empieza a envejecer, todavía no es totalmente dependiente.

19 euros al mes

Por otro lado, las soluciones presenciales son caras: una plaza en una residencia puede costar 2.000 euros, mientras que la aplicación de Durcal, que ya han descargado siete millones de usuarios, es gratuita. El negocio se financia a través de otro producto, el reloj inteligente con geolocalización, que cuesta 19 euros al mes.

Esta tecnología de teleasistencia está en constante desarrollo y mejora para que el reloj, que cuenta con un botón de emergencia, pueda llegar a memorizar las rutinas de su portador o monitorizar sus parámetros de sueño y salud. Este smartwatch está diseñado para el cuidado remoto de familiares mayores, aunque Viladomat apunta que “está a la venta para cualquier tipo de persona”. De hecho, “lo están comprando para niños pequeños con discapacidad, personas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el párkinson”, e incluso como protección contra la violencia de género.