Quiebra y liquidación de la corchera Manuel Serra

El Juzgado Mercantil número 1 de Girona declaró el concurso de acreedores voluntario y la liquidación de los activos patrimoniales. La medida ha llevado aparejado el cese de los gerentes Robert y Anna Serra Prats y su sustitución por el administrador concursal.

Cesión

El expediente incluye la venta de la unidad fabril a un tercero. Con el producto obtenido se abonarán las deudas pendientes.

Una vez se perfeccione el traspaso y se finiquite la suspensión de pagos, la compañía se extinguirá para siempre como persona jurídica.

Los orígenes del negocio se remontan a 1927, cuando la familia Serra abrió un modesto taller para fabricar tapones que vendía a los elaboradores de vino. Robert y Anna Serra Prats encarnan la quinta generación de la saga fundadora.

Suministradores

Cassà es cuna de una pléyade de pequeños empresarios corcheros, gracias a que ese municipio y los colindantes albergan una extensa masa de alcornoques.

Manuel Serra también se abastecía de materia prima procedente de Valencia, Andalucía y Extremadura.

Las actividades durante los últimos ejercicios han experimentado un fuerte declive, hasta quedar reducidas a una facturación de 5 millones.

Siniestro hotelero

Al margen de este suceso, ha estallado un abultado descalabro en el sector de los hospedajes. El Juzgado Mercantil de Girona ha decretado la quiebra forzosa de Montrosa SL.

Esta se constituyó en 1986. Su domicilio social radica en la calle Joan Baptista Lambert, de Lloret de Mar. En dicha sede venía explotando un alojamiento turístico, que se fue a pique en 2019.

Montrosa deja colgada una deuda de 11 millones. Su administradora es la sociedad Bonastruc Girona Consellera de Gestió, censada en Girona. Bonastruc depende de Administracions i Gestió 2100, sita asimismo en Girona, y liderada por Pedro Arara Medina y Miquel Riera Bonet.