Los robots autómatas para fábricas Kivnon se estrellan en Barcelona en una suspensión de pagos
- El grupo arrastra una deuda de 23 millones y emplea a 110 trabajadores
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El Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona ha declarado el concurso de acreedores voluntario de la sociedad holding Kivnon Global y su filial Kivnon Logística. A la vez, ordena la intervención de las operaciones y nombra administrador concursal al abogado valenciano Ignacio Eguilior Vicente.
Kivnon Global declara un activo de cinco millones y un pasivo de tres.
El balance de Kivnon Logística arroja 25 millones de activo y 20 en deudas. De estas últimas, 15 corresponden a varias entidades financieras.
La sede y las instalaciones fabriles se encuentran en avenida Puig dels Tudons número 6, de Barberà del Vallès.
Vehículos automáticos
Kivnon Logística se dedica a la producción de robots móviles a medida, que se destinan a la llamada industria 4.0. Se trata de vehículos de guiado automático, conocidos como AGV, y de sistemas complementarios para automatizar todo tipo de instalaciones logísticas o manufactureras.
Desde su fundación en 2009, Kivnon ha vendido cerca de 6.000 máquinas en 24 países. La compañía facturó 19 millones en 2023 y registró unas pérdidas antes de impuestos de 0,8 millones. Su plantilla se compone de 110 empleados.
Dueñas
Las propietarias de la entidad de cabecera Kivnon Global son Prieto i Sero Inversions e Inversiones Gómez Sistac, titulares del 50% del capital cada una. La primera de ellas, censada en Sant Climent de Llobregat, pertenece a Juan Gabriel Prieto Pérez.
La segunda radica en Castell-Platja d’Aro y gira en la órbita de Luis Gómez Díaz.
Auxilios públicos
Grupo Kivnon financió hasta ahora sus actividades con el medio millón que aportaron los dos accionistas y, sobre todo, con las ingentes ayudas, subvenciones y créditos oficiales recibidos de la Administración.
Ingresó más de tres millones con cargo a diferentes programas del Gobierno relativos al Perte. Asimismo suscribió préstamos avalados por el ICO por importe de 2,4 millones. Por último, el Institut Català de Finances le facilitó un crédito de 0,5 millones.