La textil catalana Nextil Premium Garments presenta quiebra sin activos
Perteneció hasta diciembre último al grupo madrileño Nextil, cotizado en bolsa
3 julio, 2024 00:00La compañía barcelonesa Nextil Premium Garments ha entrado en una quiebra terminal y está a un paso de la extinción. El balance que ha elevado al Juzgado Mercantil 8 de Barcelona arroja un activo de cero euros y un pasivo exigible de 2,7 millones.
Dicha instancia ya decretó el concurso de acreedores. Ahora los afectados disponen de 15 días para pedir el nombramiento de administrador concursal.
Cambio de manos
La empresa perteneció hasta diciembre de 2023 a Nueva Expresión Textil (Nextil), de Madrid, cuyas acciones cotizan en bolsa. Esta es sucesora de la histórica fabricante de tejido elástico Dogi, fundada en los años cincuenta en El Masnou por la familia Domènech Giménez.
Nueva Expresión adquirió Nextil Premium Garments en 2016, por 7 millones. A la sazón, la entidad se titulaba Géneros de Punto Treiss.
En 2021, cambió el nombre de su filial y la bautizó como Nextil Premium Garments. Su domicilio radica en avenida Diagonal número 405, de Barcelona.
Industria manufacturera
Su especialidad era la confección de prendas de género de punto, ropa de baño y deporte, que fabricaba por cuenta de grandes cadenas de moda españolas.
En manos de su propietario madrileño ha perdido el grueso de los clientes, ha registrado pérdidas reiteradas y ha enflaquecido hasta la consunción.
Traspaso por un euro
Para deshacerse de ese cadáver empresarial, a los directivos se les ocurrió una idea original. En diciembre pasado vendieron por un euro el 100% de Nextil Premium Garments a Legon Concursal, despacho de abogados radicado en el paseo de la Castellana, de la capital. Entre sus especialidades figura la de enterrador de sociedades en situación de coma irreversible.
La primera providencia de Legon Concursal ha consistido en instar la quiebra de Nextil Premium ante los tribunales de la Ciudad Condal, para finiquitarla.
Quebrantos sin fin
Nueva Expresión Textil (Nextil) cotiza en la bolsa desde 1998 y está dominada por un grupo de inversores liderado por Eduardo Navarro.
En 2023, su facturación consolidada experimentó el enésimo descenso y se desplomó de 49 a 38 millones. Los resultados se saldaron otra vez con pérdidas abultadas, en esta ocasión por importe de 9 millones. El último lustro ha contabilizado números rojos por importe de 60 millones.