La juguetera barcelonesa Diset vuelve a las pérdidas
Las ventas de la veterana firma sufren una fuerte caída por el traspaso de sus negocios en Francia
10 mayo, 2024 00:00La empresa Diset volvió a las andadas. Según las cuentas de 2022 que acaba de dar a la luz, sus ingresos cayeron de 39 a 26 millones en números redondos. Semejante retroceso se tradujo en un cambio radical del signo de los resultados. El de explotación pasó de 5 millones de beneficio a 1,8 de pérdidas. Y el neto después de impuestos, de 3,8 millones positivos a 2,1 negativos.
Operaciones atípicas
La dirección de la casa sostiene que el ejercicio fue de “transición”, debido a un par de acontecimientos extraordinarios. De un lado, la transferencia de sus negocios en Francia, a una compañía del mismo grupo.
DISET EN CIFRAS (en millones de euros)
Año | Ventas | Resultado |
2022 | 26,6 | -1,8 |
2021 | 39,5 | 3,8 |
2020 | 31,5 | -0,18 |
2019 | 32 | -0,5 |
2018 | 30 | -1,3 |
De otro, la adquisición del grupo internacional KD, que abarca sendas subsidiarias en EEUU y en Hong Kong. Diset pagó por ellas un precio testimonial, dado que se encontraban en suspensión de pagos y arrastran unos quebrantos de 8 millones.
Fabricación en Extremo Oriente
Diset planea utilizarlas para abrir hueco en el mercado estadounidense y para disponer de un mayor control de la calidad de los productos manufacturados en Asia.
Esos dos factores, unidos a un frenazo del mercado de bienes de consumo explican, según la gerencia, los adversos resultados cosechados.
El 64% del giro de Diset corresponde al mercado nacional y el 36% restante a los países de la UE.
Medio siglo de trayectoria
Diset tiene sus oficinas e instalaciones en la Zona Franca de Barcelona. La sociedad nació en 1971 cuando un grupo de diseñadores de la Ciudad Condal unió esfuerzos para lanzar juegos educativos, de mesa y puzles. Durante los años ochenta y primeros noventa contó entre sus accionistas con la corporación Grand Tibidabo, a la sazón controlada por el financiero Javier de la Rosa.
Diset atravesó una dura crisis que desembocó en 1998 en la suspensión de pagos. El grupo holandés De Monchy aprovechó la circunstancia para hincar el diente en la legendaria casa catalana.