La papelera Cominter facturó 101 millones

Tales haberes quedaron casi engullidos por los gastos financieros derivados de su pesado endeudamiento. Los dispendios por tal epígrafe subieron de 4,6 a 5,2 millones. Así, el beneficio neto se limitó a 234.000 euros, un 82% por debajo del ejercicio previo. El flujo de caja sumó 2,2 millones.

Negociaciones con los prestamistas

Cominter ha reestructurado sus pasivos varias veces en los últimos años. La primera ocurrió en 2015 y consistió en la concesión por parte de la banca de 21,5 millones en facilidades dinerarias. Tres años después, el acuerdo hubo de actualizarse, con la consiguiente renovación de los créditos.

Por último, en el curso del ejercicio 2021, su principal acreedor ING le otorgó un préstamo de 8 millones, destinado a cancelar otro anterior.

Recursos propios

Tras los ajustes transcritos, las deudas de Cominter suman 45 millones, amén de 13 millones correspondientes a los contratos de arrendamiento financiero. Frente a ellos, dispone de un menguado patrimonio de 9,5 millones.

El consorcio se articula por medio de la matriz Cominter Inversions, cuya sede central se encuentra en la torre Inbisa, de L'Hospitalet de Llobregat.

Inversiones industriales

La entidad está presidida por Francisco Javier Riba Masjuán; son vocales Pere Ribas Masjuán y Jordi Pere Canals Xicoy.

Cominter emplea a 230 colaboradores. Posee dos plantas de producción, ubicadas en Burriana (Castellón) y Hernani (Guipúzcoa). Los recintos fabriles llevan absorbidas unas inversiones próximas a los 100 millones.

Artículos

Cominter echó a andar en 1978. Es especialista en la manufactura de papel tisú de un solo uso. El surtido de artículos comprende papel higiénico, rollos de cocina, servilletas, pañuelos y bobinas de gran tamaño. Su principal cliente es la cadena de supermercados Lidl.