El Covid provoca pérdidas a Schneider Electric

En el último tramo del año las ventas experimentaron una notable recuperación, pero no alcanzaron a compensar la mengua habida en el segundo trimestre.

Ventas declinantes

Para compensar la baja inactividad en dicho periodo, Schneider presentó un expediente de regulación que afectó a la mitad de sus 3.000 empleados.

La cifra de negocio flexionó de 1.048 a 928 millones. El mercado más perjudicado fue el nacional, pues redujo sus ventas de 380 a 300 millones.

Quebranto

Los países de la unión Europa contribuyeron con 274 millones. El resto corresponde a las exportaciones.

El retroceso del giro provocó un vuelco contundente del resultado de explotación. Pasó de 24,5 millones de beneficio a 11,6 de pérdidas, las primeras registradas en muchas décadas.

Sede corporativa de Schneider Electric en España, situada en Barcelona

Ingresos salvadores

La empresa habría saldado el ejercicio con números rojos netos, pero los evitó gracias al ingreso de un dividendo de casi 26 millones procedente de su filial Manufacturas Eléctricas SA (Mesa) de Munguía (Vizcaya).

Con este aporte, Schneider rubricó el año con un beneficio de 8,2 millones. El año anterior habían sido 7,6 millones.

Patrimonio notable

El excedente completo se repartió como dividendo a la matriz francesa. Schneider España cuenta con unos fondos propios de 350 millones.

Es titular de media docena de fábricas, dos de ellas en Cataluña, sitas en Capellades y Molins de Rei. Además, tiene en funcionamiento en esta Comunidad un gran centro logístico, ubicado en Sant Boi de Llobregat.

Actividades

Schneider fabrica un amplísimo abanico de productos. Incluye desde materiales de alta, media y baja tensión, hasta equipos de control industrial y de automatización de procesos, pasando por pequeño aparellaje para las viviendas.

Nota a destacar es que en casi todas sus especialidades ocupa posiciones de liderazgo en España.

Oficinas de Schneider Electric en el distrito 22@ de Barcelona / EP

Historia

Sus principales clientes se encuentran en los sectores de la construcción, las obras de infraestructura, amén de las firmas industriales y las energéticas.

Los orígenes de la compañía en España arrancan de la compañía barcelonesa Gardy, controlada por la familia Gotor, fundada en los años veinte. Gardy pasó en 1978 a manos del grupo francés Merlin Gerin, bajo cuyo paraguas se lanzó a una fulgurante serie de integraciones de empresas como Gecsa, Cabimetal, Mesa, Himel, Eunea y Semat.

Corporación multinacional

Merlin Gerin se incorporó a comienzos de los años noventa al poderoso consorcio Schneider, también francés, y prosiguió la racha de absorciones.

La multinacional francesa Schneider cuenta con 128.000 empleados. Está presente en 100 países y gestiona 115 plantas fabriles.