El despacho de auditoría Bové Montero, de Barcelona, mantiene una sólida tendencia de crecimiento que le llevará a marcar cifras récord de facturación en el curso de este año. En el actual ejercicio fiscal, que concluye el próximo mes de julio, prevé alcanzar unos ingresos de 10 millones, frente a los 8,6 millones del curso anterior.
El gabinete fue fundado en la Ciudad Condal hace 45 años, por iniciativa de José María Bové Montero, un prestigioso profesional que lleva casi medio siglo consagrado al mundo de la censura de cuentas. Poco después se sumaron otros socios hasta configurar un compacto accionariado integrado por una decena de auditores.
Expansión territorial
La firma dispone de oficinas en Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca y Sevilla. Además, forma parte de una asociación que agrupa entidades del País Vasco, Islas Canarias y Costa del Sol.
Paralelamente, Bové Montero pertenece desde hace 35 años a la federación internacional de asesoría HLB, cuyos tentáculos se extienden por países industriales de los cinco continentes.
Cooperación con otras firmas
“Cubrimos toda la gama de servicios que una compañía necesita a la hora de establecerse y operar en el mercado español, con la excepción de los jurídicos en el área civil y mercantil” – explica José María Bové a Crónica Global–. Para esto último invitamos y colaboramos con el estudio de abogados que más se adapta a las necesidades de nuestro cliente. Y de esa forma conseguimos un servicio de excelencia”.
Cónsul de Austria
José María Bové no circunscribe su actividad al despacho que lleva sus apellidos. Además, ejerce desde hace muchos lustros de cónsul general de Austria en Barcelona.
Doscientas sociedades de este país centroeuropeo poseen establecimientos en España, la mitad de ellos sitos en Cataluña.
Mochila austríaca
“Austria es una nación industrial cuyas exportaciones per cápita sextuplican las de España –recuerda Bové–. Esto indica una economía abocada al negocio internacional, con grupos empresariales de capital familiar que en muchos casos son auténticos campeones.
Austria alberga también otros mecanismos que constituyen un ejemplo de las mejores prácticas. Uno de ellos es la llamada mochila austríaca.
Competitividad
Significa alicientes muy interesantes tanto para los empleadores como para los trabajadores. En épocas de crisis, libera al empresario arruinado de la tarea de indemnizar a sus operarios. Y a éstos, les asegura el cobro de la compensación correspondiente. Al mismo tiempo, el sistema facilita la movilidad laboral. Y ello redunda en una clara mejora de la competitividad de las compañías”.
Como experto conocedor del mundo económico, Bové advierte que las firmas de la península arrastran algunas deficiencias crónicas. Una de ellas reposa en que para abordar el aterrizaje en unos nuevos mercados, las pymes no instalan allí equipos comerciales propios, sino que se limitan a captar distribuidores locales. De esta forma difícilmente llegan a dominarlo.
Formación profesional
Otra debilidad estriba en el escaso tamaño de las corporaciones. Por ello, estima que deberían entrar en procesos de fusión o compraventa, a fin de dotarse de músculo y así estar en condiciones de acometer los retos que supone la exportación.
Por último, cita una de las grandes asignaturas pendientes de España desde hace décadas, que es la formación profesional. “Los estudios de carácter técnico convierten a los obreros en especialistas. Gracias a ello, estos hombres y mujeres son capaces de producir artículos de altísimo nivel y con ello contribuyen decisivamente a que sus países alcancen la condición de potencias manufactureras. Este es uno de los secretos de Austria, Alemania y Suiza, por citar tres ejemplos”.
Emprendedores
“Los sindicatos españoles no acaban de ver los enormes beneficios que encierra la formación profesional. Arguyen que esos son puestos de trabajo barato. En efecto, sí lo son, pero solo muy al principio, porque en poco tiempo pasan a cobrar varios millares de euros mensuales, ya sea como matriceros, torneros, electricistas, mecánicos ajustadores, etc.
Este tipo de especialistas, que además está muy orgulloso de pertenecer a su gremio, encarna el basamento de la industria de una nación. Muchos de ellos, con el tiempo, se convierten en empresarios y, por tanto, en creadores de puestos de trabajo. Ahí está el caso de Suiza, donde el 65% de las nuevas compañías las funda este tipo de trabajadores”.
Trayectoria inmaculada
El despacho Bové Montero luce un récord poco frecuente en el mundo de la auditoría de cuentas. Nunca, en su casi medio siglo de existencia, ha sido sancionado por el organismo regulador por prácticas irregulares.
“Los mercados no consiguen encontrar la fórmula ideal --asevera Bové--. El auditor de cuentas es una persona independiente, pero las compañías que ha de juzgar son las que le contratan y al mismo tiempo las que le despiden si no están contentas con sus servicios. Nunca debemos olvidar que la independencia es el valor más importante que posee un auditor. Si esta se pierde, no se puede ofrecer el servicio que el interés público te demanda”.
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