La promotora Cristina Sur, en quiebra
La empresa pertenece a los hermanos Vicente y Santiago Lahoz Soto, propietarios de negocios inmobiliarios, hoteleros y vinícolas
12 marzo, 2019 00:00El Juzgado Mercantil número 6 de Madrid ha declarado el concurso necesario de Cristina Sur Promociones, inmobiliaria con sede en Pinto (Madrid). Esta compañía tiene a sus espaldas un pasado turbulento, repleto de impagos y demandas judiciales. Los propietarios de la firma son Vicente y Santiago Lahoz Soto.
La sociedad escritura un capital social de 34,2 millones de euros. Comenzó sus operaciones mercantiles en diciembre de 2012, para hacerse cargo de una promoción iniciada por José Moreno, conocido como “el pocero bueno” (en contraposición al polémico pocero de Seseña), que no pudo tirar adelante por falta de recursos financieros.
Compuestos y sin novia
Los hermanos Lahoz Soto recogieron el testigo y asumieron la iniciativa, que impulsaron por medio de la compañía Cristina Sur Promociones. Esa actuación urbanística, que incluía 348 casas y conocida como Cristina Sur, acabó como el rosario de la aurora.
Casi 30 familias que habían desembolsado la paga y señal denunciaron que la empresa les dejó sin piso y sin dinero. Presentaron las correspondientes demandas y a finales de 2017 la Audiencia Provincial de Madrid les dio la razón.
Activos hipotecados
En una sentencia que devino firme, obligó a la promotora y a su empresa gemela Prola, controlada por los mismos hermanos, a abonar 1,4 millones de euros a los afectados.
Pero a la hora de cobrar, los ganadores del pleito se encontraron con dos sorpresas. Las viviendas que les tendrían que haber entregado se habían vendido a terceros. Además, los activos que Cristina Sur Promociones tenía a su nombre, entre ellos algunas plazas de aparcamiento y varios pisos, estaban gravados por hipotecas de Caixabank.
Sociedad pirata
Cristina Sur Promociones es algo parecido a una empresa fantasma o pirata. Nació a finales de 2012, pero desde entonces no ha depositado en el Registro Mercantil ni un solo balance anual. Sus magnitudes económicas sólo las conocen los hermanos Lahoz Soto y nadie más.
Ahora, tras la declaración de quiebra necesaria, el administrador concursal habrá de confeccionar un inventario de los bienes que posee la firma a su nombre. Las posibilidades de cobrar se antojan complicadas, porque la sentencia se circunscribe a la empresa quebrada.
Los hermanos Vicente y Santiago Lahoz Soto, oriundos de Tomelloso (Ciudad Real), no son precisamente unos menesterosos. Figuran en una veintena de compañías, dedicadas a explotar activos inmobiliarios, hoteles, viñedos y bodegas.