Los congelados de Eismann siguen cayendo en España
La compañía Eismann, dedicada a la venta de alimentos congelados a domicilio, afronta una nueva etapa en el mercado español. A finales del pasado año, su accionista alemán llegó a un acuerdo con su competidor Bofrost para enajenarle sus filiales en varios países europeos, entre ellos España. Por consiguiente, Eismann Spain, con sede en Barcelona, es ahora filial del gigante de los congelados Bofrost. Éste es líder destacado en Europa, tiene actividades en 13 países y cuenta con una cartera de cuatro millones de clientes.
Eismann Spain ha atravesado duros avatares durante la pasada crisis. A partir de 2008 el crecimiento se truncó y afloraron las pérdidas. La casa tuvo que hacer fuertes ajustes y recortar gastos de todo género. La decisión más drástica fue el despido de 320 personas de las 530 que tenía en plantilla.
En 2013, las medidas comenzaron a dar frutos y Eismann logró entrar de nuevo en beneficios. Pero la pérdida de mercado ha seguido. El año pasado, las ventas de la firma bajaron otra vez, en esta ocasión hasta los 19,1 millones, con un recorte del 12%. El beneficio neto se situó en 691.000 euros. Eismann tiene presencia sobre todo en Cataluña, donde genera dos tercios de sus ingresos. Las previsiones para este año apuntan a que se frenará el declive y se logrará estabilizar la facturación. Con todo, la cifra de negocio es hoy la mitad de la que tenía un decenio atrás.
El flamante socio Bofrost no es ajeno a la Península Ibérica. En Córdoba cuenta con una gran fábrica de congelados, con 580 trabajadores, que mueve un volumen de negocio de más de 40 millones anuales.